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C U I D A D O S Y
E X C U S A S
————————————————Tomé mi mochila y metí todo lo que pensé, podría necesitar esa tarde. No divagué mucho en que película llevar, cualquiera estaría bien, pues, al igual que a mí, a Gastón le gustaban de todo tipo. Aunque claro, era más renuente con las de romance, pero con mi cara de perrito —La cual era su favorita— lograba convencerlo siempre.
Me la colgué en el hombro y bajé las escaleras a toda prisa, me dirigí directamente a la cocina cuando ya estuve a bajo para encontrarme con mi mamá. Al entrar por completo, observé con deseo los dos platos con tostadas y huevo revuelto que se encontraban sobre la mesa; instantáneamente, mi estomago rugió mientras mamá ponía una jarra con jugo de Naranja.
— Buenos días. — Saludó ella, sirviendo jugo en los vasos que, anteriormente, había colocado. — Siéntate para que desayunes. — Indicó
Fui hasta la nevera, y al abrirla, saqué una rica y apetecible manzana roja. Le di un mordisco y volteé hasta quedar frente a mi mamá, quien ya se encontraba llevando un bocado de pan a su boca.
— Perdonáme má, es que quedé en ir a donde Gastón, y ya voy algo tarde. — Mordí otro poco de la manzana y me quedé mirando el rojo tan potente de ella. — Supongo que desayunaré allá. — Agregué
— Nina... es mejor que comas de una vez, y si querés volver a comer allá, pues es cuestión tuya. — Iba a negar y a recalcar que ya se me hacía algo tarde, pero al observar qué ya mi plato estaba servido, mi conciencia no me iba a permitir estar tranquila, pensando todo el tiempo en que dejé a mamá sola en el desayuno, y de paso, con el mío listo para ingerir. — Además, entiendo que Gastón esté de reposo, quieras estar con él, y que esté sin sus padres pero eso no quiere decir que te vas a descuidar vos. Debés cuidarte, para luego cuidarlo a él. — Reprendió.
A esas alturas de mi noviazgo con Gastón yo ya le había contado a mamá sobre la relación no tan buena de él con sus padres. Pues, además de que era necesario de explicar al yo estar tan al pendiente de él, quería que me diera algunos consejos para cómo tratar el tema.
Asentí y tomé asiento, dispuesta a engullir todo lo que se encontraba en mi plato.
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Después de caminar varios Kilómetros hasta la casa de Gastón, por fin divisé el gran portón que impedía el paso a la Mansión Périda. Así que, sin mucho esperar, toqué con los nudillos el ventanal negro donde se encontraban algunos de seguridad, al instante corroboraron mi identidad y me dejaron entrar.
— Buenos días Señora Olga ¿Está Gastón? — Pregunté con educación, notando en seguida la sonrisa que se iba formando en los labios de la señora de mediana edad.
Olga era una persona muy agradable, trabajaba para los Périda desde hace muchos años según Gastón me había comentado. Siempre me recibía con una sonrisa, además de repetirme que le agradaban mucho mis visitas, y por cómo me trataba, sospechaba que yo también le agradaba.
Gastón la tenía en muy alta estima y siempre me contaba que ella era como una segunda madre para él. Además de que para ella, él también era muy importante. Lo que hacía que me agradara muchísimo más.
— Buenos días Señorita Nina, el joven Périda se encuentra desayunando en la terraza. — Contestó ella, mientras que yo la reprendía amablemente con la mirada al escuchar el apodo que usó en mí. Ya le había dicho muchas veces que no era necesario. — ¿Quiere que le avise que está aquí o prefiere ir hasta allá? — Preguntó, haciendo caso omiso a mi observación.
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Simplemente tú.
FanfictionNina es una Chica bella, talentosa, y una de las mejores estudiantes del Blake, sin embargo, su personalidad introvertida y tímida no le permite gozar de las atracciones de su vida. Así que, guiada por su mejor amiga Luna, se enfrentara a muchos rie...