EXTRA I: "¿Quién es ella?"Mi uniforme recién planchado estaba tendido sobre la cama junto a mi perfume y demás cosas que usaría esa mañana, mientras que en la mesa de noche a lado de mi cama se encontraba el desayuno recién hecho que me había llevado Olga minutos atrás.
— Es el primer día, Gastón. No podés llegar tarde. — Decía mi mamá a través de la pantalla de mi computador, el cual también estaba sobre la cama.
— Ya sé, mamá, no lo tenés que repetir. Además, no te olvides que vos estás en otro lado del mundo, acá es mucho más temprano. — Le recordé, tomando mi celular para ponerlo frente a la cámara de mi computadora, señalándole la hora.
Me fastidiaba lo terca que ella podía llegar a ser, por eso muchas veces tenía que remitirme a las pruebas y que así, por fin, me diera la razón. Incluso cuando aún se encontraba del otro lado del mundo —Alemania más específicamente— y con una diferencia horaria de al menos cuatro horas, ella hacía un vídeo llamado solo para comprobar su punto de vista, y este era que iba retrasado al Blake.
— Gastón, entrás dentro de una hora. Más vale que te apures. — Dijo, después de mirar la hora en mi celular y al tiempo que una voz masculina hacía eco en la habitación donde ella estaba. — Tú padre te manda saludos, hijo. Nos tenemos que ir ya, recuerda llamarnos y contarnos como fue tu primer día. Te queremos.
Para cuando iba a contestar un “Yo igual”, la pantalla ya mostraba el “llamada finalizada” en letras grandes y parpadeantes.
Me dije que seguramente estarían apurados, que tendrían una reunión importante y no podían faltar, pero eso no fue suficiente para hacer que dejara de afectarme el que no estuvieran conmigo el primer día… Otra vez.
Mis padres eran los propietarios de una cadena hotelera bastante famosa y yo no tenía ningún problema con ello, de hecho me gustaba tener un buen apellido y en base a eso darme algunos caprichitos de vez en cuando. El problema era lo que ese trabajo les hacía hacer, viajar cada semana y alejarse de su familia, o sea, de mí. No obstante, pese a eso traían uno que otros obsequios y se esforzaban en mantener el contacto, lo cual agradecía que lo hicieran, pero prefería que en lugar de eso pasaran más tiempo conmigo.
Soltando un gran suspiro me aproximé a tomar el uniforme de la cama, quitándome el paño que se enrollaba en mi cintura y enseguida pasando la camisa sobre mi cabeza, de igual forma, el pantalón por mis piernas y así sucesivamente con el resto del uniforme. Minutos después de terminar de arreglarme completamente, el plato de mi desayuno también se encontraba vacío.
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Sinceramente el estar a punto de comenzar mi penúltimo año no me emocionaba en lo más mínimo, y es que… ¿Para qué? Si al fin y al cabo seguía siendo lo mismo, volver a la rutina. Lo único que me alegraba en cierta parte era que volvería a encontrarme con Matteo, mi hermano del alma. Y debía admitir que, pese al hecho de que el Blake era un automatismo molesto, también era muy buena distracción siendo nosotros los populares, todos los chicos estaban al pendiente de lo que hacíamos y dejábamos de hacer, era divertido algunas veces, pero otras era fastidioso.
Me despedí del chofer cuando me dejó en las puertas del instituto, no había llegado tan tarde como creía que lo haría, de hecho todavía había varios estudiantes llegando. Vagué mi mirada por el sitio en busca de mi mejor amigo y no lo encontré, en cambio mis ojos se quedaron varados en lo que parecía ser una discusión madre e hija, pues los labios moviéndose ágilmente de la chica al compás de sus manos lo confirmaba, unos lentes de marco rojo obstruían su visión mientras que su cabello negro caía sobre su espalda.
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Simplemente tú.
FanfictionNina es una Chica bella, talentosa, y una de las mejores estudiantes del Blake, sin embargo, su personalidad introvertida y tímida no le permite gozar de las atracciones de su vida. Así que, guiada por su mejor amiga Luna, se enfrentara a muchos rie...