Capítulo 14

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   El peliazul Caesar Flickerman entrevista a cada tributo. Sólo tienes unos pocos minutos para causar una impresión. Yo opté por cantar cuando fui tributo. Funcionó bien, y de acuerdo a Mags, mi voz y mi inocencia me consiguieron unos cuantos patrocinadores.

   Me desconecto mientras los otros tributos tienen sus entrevistas. No quiero saber nada acerca de ellos. Es mucho más fácil ser mentor de mis tributos cuando pienso que los chicos de los otros distritos son máquinas asesinas sin rostros que no merecen una segunda mirada. Finnick se encuentra muy lejos de mi, está junto a Johanna, manteniendo una vivaz conversación.

   Me gustaría saber de que hablan, de que se ríen, yo no puedo parar con los nervios, siento que voy a orinarme encima ahora mismo

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   Me gustaría saber de que hablan, de que se ríen, yo no puedo parar con los nervios, siento que voy a orinarme encima ahora mismo. Sumándole la declaración de mi pececito, ¿Lo habré soñado? Él se da media vuelta y me toma desprevenida, se ha enterado que lo estoy viendo. Sonríe levemente y no puedo evitar corresponderle, para que luego me guiñe el ojo y vuelva a su conversación con la vencedora del Distrito 7.

 Sonríe levemente y no puedo evitar corresponderle, para que luego me guiñe el ojo y vuelva a su conversación con la vencedora del Distrito 7

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   Tom y Sarah lo manejan bien, ella habla de su novio en el 4 -Sí, señoras y señores, le coqueteó a Finnick teniendo novio.- y el pequeño de rulos habla de sus hermanas, incluso de mí, comparándome con ellas. Él dice que lo hice sentir como en casa, como si yo fuera una de sus hermanas. Eso no evita que suelte algunas lágrimas que son captadas en cámara. Ni siquiera me esforcé con él, estuve tan sumida con Katniss y Peeta.

   El tiempo pasa y entonces Katniss es llamada al escenario, y me cubro los ojos con una de mis manos y aprieto la otra en un puño. No puedo mirar.

—Katniss, el Capitolio debe ser todo un cambio respecto del Distrito 12. ¿Qué es lo que más te impresionó desde que llegaste? —Pregunta Caesar.

   Le toma un minuto hasta que exclama:

—El guiso de cordero.

   Oigo algunas risas y miro precavidamente por encima de mi mano. Más risas se oyen cuando discuten el guiso de cordero, y cuando ella habla sobre cómo tuvo que sobreponerse al miedo de ser quemada viva por su traje en la ceremonia de apertura.

Saphira 《Finnick Odair》Donde viven las historias. Descúbrelo ahora