Ganadora a mejor personaje literario en los HWStory Awards.
Del nombre griego Σαπφειρη (Sappheire), que fue de Griego σαπφειρος (sappheiros) significado "zafiro" o "lapislázuli" (en última instancia se deriva de la palabra hebrea סַפִּיר (sappi...
Los Profesionales siguen adelante después de haber asesinado a la chica del 8, quien prendió un fuego muy cerca de Katniss. Haymitch se está durmiendo y yo intento relajarme. Cierro los ojos y me concentro en mi respiración. Estoy fatigada, tensa, y necesito un descanso, técnicamente llevo más de cuarenta y ocho horas despierta, sobreviviendo a base de café. A pesar de mi insistencia de que el sueño no es una opción, me es difícil abrir los ojos de nuevo. Es inútil. La oscuridad me traga, y estoy perdida.
—¡Haymitch! —Grita una voz muy cerca mío, que bien que no me llama a mi.
—Mpf… ¿guh? —Responde mi padre. Estoy tan cómoda… tan cansada… estúpida Effie intenta despertarme por culpa de Haymitch.
—¡Haymitch! —Su estridente voz suena fuerte y clara, acompañada por una risa tonta cercana—¡Saphira!
Abro tentativamente los ojos, preguntándome qué demonios está haciendo Effie en mi casa, despertándome a mí cuando es Haymitch a quien busca. Cuando tomo conciencia de mi alrededor, me golpea con la fuerza de la embestida de un carnero. Estoy en los Juegos del Hambre. En la sala del Distrito 1. Me dormí. Mientras aún tenía tres tributos vivos. Quienes (considerando que son chicos del Distrito 12 y una del 4) debo saber como están.
Pero antes de hacer algo, mi padre adoptivo salta de su silla, arrojando la frazada que le cubre sobre mí.
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—¿Cómo pudiste dejarme dormirme? —Le grita a Effie, gesticulando salvajemente en ciega furia— ¿Por qué no me golpeaste con un palo, o me inyectaste cafeína, o algo?
Rápidamente me levanto, intentando calmar las aguas, pero el dolor en mi pecho hacen que suelte un pequeño grito y no puedo evitar llevar mi mano a mis costillas.
—Yo… —Ella parece aterrorizada, pero no puedo detenerlo, no así.
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Él se sale de sus cabales, tirando enojado mi silla a través de la sala, donde impacta en la adormilada forma de Enobaria.
—¿Cuán difícil hubiese sido empujarme de mi silla, o tirarme un baldazo de agua en la cabeza? Oh, espera, estabas demasiado ocupada arreglando tus malditas perfectas cejas como para preocuparte por Katniss y Peeta siendo asesinados, ¿verdad?
