Capítulo 11 [2]

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   Telly nos hizo pasar al edificio de justicia seguidos de Annie y Mags, y sin esperar como todos los años a que nos despidiéramos de familiares (Lo cual no es mi caso ya que las únicas que importan están aquí conmigo. A las otras tres las veré en el Capitolio) nos llevaron directamente para subirnos al tren, nos subieron junto a la anciana y alcanzamos a despedirnos de Annie y John, deseándoles el mejor futuro.

   Me voy directamente al final del tren para pensar un rato, y tal como pensé, Finnick entra tras de mi. Tan solo se sienta a mi lado sin decir nada, solo me observa y lágrimas salen de sus ojos al igual que de los míos. Sin embargo, ambos lloramos en silencio. No sabemos lo que pasará, pero tampoco queremos hacernos ilusiones de que podríamos salir los dos vivos de allí.

—¿En que piensas? —Susurro tras un rato largo donde terminó con mi cabeza apoyada en su regazo a la vez que él acaricia mis rubios cabellos.

—¿En que piensas? —Susurro tras un rato largo donde terminó con mi cabeza apoyada en su regazo a la vez que él acaricia mis rubios cabellos

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   Oh Dios mío, me moriría del amor si hubiera una personita con esos rizos entre los dos. Una personificación de Finnick pero en miniatura...

   No, Phira. Estás destinada a morir, no pienses en un futuro ficticio con tu marido y un pequeño que nisiquiera sabes si cargas en tu vientre.

—En el Distrito 12... solo espero que esté todo bien con Haymitch y Peeta —Responde tras pensarlo un poco.

   La habitación llena de distintos sillones de colores azules y mesas de caoba me dan demasiada paz. Siento como si estuviera acompañando a un vencedor en su Gira de la Victoria. Como si no estuviera yendo hacia mi muerte segura. Ojalá fuera así.

—Estoy tan intranquila. Conocemos a los demás vencedores de años, nos juntamos con ellos todos los años, de algunos somos grandes amigos como... Johanna —Murmuro tras recordar a mi vieja amiga—. También temo por Katniss, ella está dentro. Es la única mujer.

—Sí.

—Yo no quiero matar a la leñadora, pececito.

   Me remuevo incómoda, estos temas me ponen la piel de gallina.

—Roguemos por que ella este bien —Me dice depositando un beso en mi cabeza a lo que yo me apego a su cuerpo—. Mejor no pensemos en eso... Tenemos que pensar en los que intentarán arrancarnos la cabeza apenas suene el gong.

   Él le pide un anotador y bolígrafo a uno de los avox que están cerca y apenas toma su pedido, desaparece de nuestra vista. Que rapidez, aunque no soy muy apegada a pedirles favores. Prefiero levantar mi trasero yo misma y buscarlo por mi cuenta.

—No hay quien calme mi sed de matar —No me imagino lo que haré cuando uno intente matar a Finnick o algún aliado—. Sabemos que cuando comienzo, me es difícil parar. Yo... no quiero quitar vidas, me convierte en un monstruo, yo no soy así.

—Ya no nos preocupemos por eso, mi princesa... —Me dedica un largo y tierno beso el cual correspondo sin dudarlo. No hay rencores de por medio aunque haya intentado embarazarme a la fuerza. Lo amo demasiado como para odiarlo—. Sobrevivimos, eso hacemos, no asesinamos, tenlo en cuenta. Ahora, ¿quiénes crees que sean los mas fuertes?

Saphira 《Finnick Odair》Donde viven las historias. Descúbrelo ahora