Capítulo 23

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   Katniss arranca varios aguijones de su piel, de las pocas rastrevíspulas que la identificaron como la destructora del nido, pero el resto del enjambre descarga su furia en los Profesionales, Peeta y Sarah. Peeta encabeza al grupo de Profesionales cuando corren hacia el lago, sabiendo que sumergirse en agua es la única manera de sobrevivir y ahuyentar a los peligrosos insectos zumbantes.

 Peeta encabeza al grupo de Profesionales cuando corren hacia el lago, sabiendo que sumergirse en agua es la única manera de sobrevivir y ahuyentar a los peligrosos insectos zumbantes

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   Glimmer y la restante tributo del 4, Sarah no son lo bastante rápidas. Les toma vitales segundos salirse de sus bolsas de dormir y en resultado reciben la peor parte del ataque. La rubia grita desesperada, tratando de defenderse de los insectos con el arco y chillando por ayuda que definitivamente no va a llegar. Derribarla toma incontables rastrevíspulas. Una vez que lo consiguen ella pasa varios minutos con espuma formándosele en la boca y retorciéndose en agonía. Mi tributo muere más silenciosamente, gimiendo débilmente mientras trata de arrastrarse en dirección al lago. ¡Demonios, sé el dolor que están pasando!

   Cuando no hay moros en la costa, Katniss baja tambaleándose del árbol y corre en dirección opuesta a la de los Profesionales, llegando a un pequeño ojo de agua y sumergiéndose cuidadosamente. No la han alcanzado demasiadas, pero no toma mucho veneno para empezar las alucinaciones. Estoy empezando a pensar que podría estar a salvo pero...

   De pronto ella se paraliza y sus ojos brillan como si acabara de recordar algo de vital importancia. Se pone de pie torpemente, los ojos enfocados en la dirección de la que acaba de venir. Corre salvajemente por el bosque sobre pies inestables, y empiezo a preguntarme si las alucinaciones ya han empezado o si aún está en sus cinco sentidos. ¿Qué se supone que hace?

—¿Qu– qué está haciendo? ¿Qué demonios está haciendo? —Le pregunto frenéticamente a Haymitch, con la esperanza de alguna respuesta iluminadora.

   Él no tiene más respuesta que encogerse de hombros y señalar a la pantalla. Miro cómo ella llega al lugar del que acaba de escapar, donde lo único que queda son los cuerpos de las dos tributos moribundas y un desparramo de suministros de los Profesionales. Se lanza hacia Glimmer, que está irreconociblemente hinchada y desfigurada por el veneno. Cuando la alcanza, el cañón suena, señalando que un tributo está muerto.

   Lo siguiente que sé es que Katniss está luchando por quitar el arco y las flechas del cuerpo hinchado de Glimmer, mientras el aerodeslizador recoge a Sarah.

—¡Hazlo! —Dice ella en voz alta, arrastrando las palabras.

   Finalmente arranca el carcaj de la espalda de la Profesional, y se cae sentada, mirando a la tributo muerta con horrorizada fascinación. Está respirando pesadamente y sus ojos giran salvajemente. Es bastante obvio que perdió la conciencia de qué es real y qué no. Tiene que irse de ahí ahora mismo, y alejarse todo lo posible antes de que alguien tome ventaja de su condición.

   Miro a la pantalla central. Peeta está acercándose a su posición, seguido unos cientos de metros más atrás por Cato. Katniss los oye venir en estampida por el bosque, y está apuntándoles con el arco y preparando una flecha. Es claro que ella no podría darle al costado de un barco ahora mismo, y estoy gritándole que corra. Ahora no es momento de eliminar a la competencia. Ahora es tiempo de escapar con vida.

Saphira 《Finnick Odair》Donde viven las historias. Descúbrelo ahora