Capítulo 16 [3]

3.9K 292 125
                                    

   Eso hace que sean dos las peticiones por la muerte de Peeta en menos de una hora.

—No seas ridículo —dice Jackson.

—¡Acabo de asesinar a un miembro de nuestro equipo! —Grita Peeta.

—Tú sólo lo empujaste lejos de ti. No podrías haber sabido que provocarías la red en ese exacto lugar —dice Finnick, tratando de calmarlo.

—¿Qué importa? Está muerto, ¿verdad? —Las lágrimas comienzan a correr por la cara de Peeta—. Yo no lo sabía. Jamás he sido así antes. Katniss tiene razón. Yo soy el monstruo. Soy el muto. ¡Yo soy a quien Snow convirtió en un arma!

—No es tu culpa, Peeta —digo yo, desde un sofá, tapándome los ojos.

—No es tu culpa, Peeta —digo yo, desde un sofá, tapándome los ojos

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

—No pueden llevarme con ustedes. Es sólo cuestión de tiempo antes de que mate a otra persona —Peeta echa una mirada alrededor de nuestros rostros en conflicto—. Quizá piensan que es más amable abandonarme en algún lugar. Dejarme correr mi propia suerte. Pero eso es lo mismo que entregarme al Capitolio. ¿Piensan que me estarían haciéndome un favor al enviarme de regreso a Snow?

   Peeta. Nuevamente en las manos de Snow. Torturado y atormentado hasta que ya no quede ningún resto de su ser anterior que pueda volver a surgir.

—Te mataré antes que eso suceda —dice Gale—. Lo prometo.

   Peeta vacila, como si estuviera sopesando la certeza de esa oferta, y entonces sacude la cabeza.

—No es suficiente. ¿Qué pasa si no estás allí para hacerlo? Quiero una de esas píldoras de veneno que tienen el resto de ustedes.

   No está claro si Peeta se mataría ahora, para evitarnos el tener que asesinarlo, o sólo si el Capitolio lo secuestra otra vez. En el estado en el que está, supongo que sería más temprano que tarde. Ciertamente haría las cosas más fáciles para el resto de nosotros. No tener que matarlo. Ciertamente simplificaría el problema de tratar con sus episodios homicidas.

—No se trata de ti —dice Kat—. Estamos en una misión. Y tú eres necesario en ella

—Yo no tengo una —opino, mirándolos. Nadie me responde, ni siquiera Finnick—. Oh claro, dejemos que el muto se las arregle por sí sola. ¡Permitamos que ahoguen a Phira, que la electrocuten, que la quemen, que la azoten, que le tiren ácido, que le claven miles de agujas mientras grita por algo de compasión! ¿Por qué? Oh sí, porque tiene rápida curación, entonces no le daremos ¡una maldita píldora, para que vuelva a sufrir otra vez!

 ¡Permitamos que ahoguen a Phira, que la electrocuten, que la quemen, que la azoten, que le tiren ácido, que le claven miles de agujas mientras grita por algo de compasión! ¿Por qué? Oh sí, porque tiene rápida curación, entonces no le daremos ¡una...

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Saphira 《Finnick Odair》Donde viven las historias. Descúbrelo ahora