Ganadora a mejor personaje literario en los HWStory Awards.
Del nombre griego Σαπφειρη (Sappheire), que fue de Griego σαπφειρος (sappheiros) significado "zafiro" o "lapislázuli" (en última instancia se deriva de la palabra hebrea סַפִּיר (sappi...
Saltamos en nuestras sillas cuando Effie entra a la habitación con chillido, llorando exuberantemente dentro de un pañuelo de encaje. Puedo ver la rubia cabellera detrás de la histérica mujer y me levanto para estar junto a mi Phira.
"No mereces su amor" escucho levemente en mi cabeza, es la voz de Haymitch. Quizás es cierto, ella es mucho para mí, pero soy lo demasiado egoísta como para dejarla ir. No lo haré, le demostraré que sí merezco su amor, que la necesito con todo mi ser.
Ella está estable, al menos no llora como todos estos días. Pero sus ojos brillan de preocupación, el panadero realmente la tiene destrozada. Es algo que ya no puedo arreglar, ella lo ama, no podrá salir nunca de su corazón. Si esto sigue así, ella podría entrar en una depresión severa y me asusta mucho. No quiero que termine como Annie.
Toma mi mano y la aprieta fuerte contra la suya.
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-¡No quiero que Peeta muera, él es mi favorito! ¡Se supone que él y Katniss vivirán felices por siempreeeeee!
Su comentario provoca que Phira suelte un suspiro de terror. Yo le doy un apretón y cuando sus ojos se dirigen a los míos, niego. Sus dos diamantes demuestran terror de que algo le ocurra al rubio, lo peor. Le doy a entender que todo estará bien, que hay muchas posibilidades de salvar a Peeta.
-Cálmate, Effie -La calla Haymitch, solo para ser recompensado con una mirada cargada de reproche queriendo decir algo por el estilo de "mira quién habla". De todos modos, sus sollozos declinan a hipo y yo me aclaro la garganta.
-¿Cómo te encuentras? -Le pregunto bajito mientras admiro la pelea entre el mentor y la escolta-, te he extrañado.
Ella murmura un "he estado bien" y me da un pequeño beso en los labios que hace que suelte un gruñido. No veo la hora de tener todo el tiempo para nosotros dos solos. Quiero sacarla de aquí, llevarla muy lejos, donde ella pueda volver a ser feliz.
-También te he extrañado. Aunque sólo me haya ido por tres horas.
-Te amo -Le susurro en el oído, provocando que me de una hermosa sonrisita para responderme que también me ama.
Oh, esas tres palabras hacen que yo me se sienta más contento como nunca antes. Ella me tiene como un adolescente enamorado, idiota ante sus pies. Yo... amé a Annie, pero nunca sentí lo que siento ahora con Phira, me trae mas que loco, me convertiría en un maniático por ella si tan sólo me lo pide.
-¿Patrocinadores? -Pregunta el borracho, sabiendo antes de decirlo que las posibilidades de que tengan suficiente dinero como para comprar algo como eso a esta altura de los Juegos es astronómicamente improbable. Effie sacude la cabeza, indicando que no es suficiente-. Supongo que todo lo que podemos hacer entonces es esperar.
-¿Esperar? -Chirría la mujer de pelo lavanda.
-Síp -Retruca, rotando su silla para quedar mirando a las pantallas de nuevo.
Después de gritarle a su espalda lo que piensa de su inútil, borracho, haragán trasero, ella se gira y sale a zancadas de la habitación. Haymitch cambia una elocuente mirada con nosotros, todos asentimos. Comprendemos.
-Sí tan sólo pudiéramos usar mis ochocientas mil monedas -Habla Phira mirándonos a todos-, podríamos comprarle hasta un banquete de diferentes comidas.
-Siento que los mentores solo puedan gastar cien mil como máximo, Saphira -Informa un pensativo Chaff-. No hay forma de engañarlos, se darían cuenta y podrían castigarte.
Incluso la podrían castigar con la muerte. Cierro instantáneamente los ojos, no me imagino un mundo en el que Saphira Abernathy esté muerta. Todo sería monótono, no tendría ganas de nada, ¡Quizás ya estuviera colgado de una soga! Colgado e una soga... me recuerda a la canción del árbol del ahorcado. Phira me la cantaba cuando éramos niños y yo no podía dormir, decía que ella misma la había escrito. Fue furor cuando la cantaba todas las noches en su Arena, decía que era para no quebrar nuestra promesa, me la cantaba a mí.
No, no, no. Alejo esos pensamientos, eso no ocurrirá, no lo permitiré. Antes tendrán que pasar sobre mí.
Ella suelta mi mano y se acomoda su vestido blanco, con una repentina seguridad. Esta es la Phira que amo, la que nunca pierde su luz, su optimismo.
-Tranquilo, ya se me ocurrirá algo -Se acerca a la pantalla de Peeta y acaricia levemente su cara-. Por lo menos contamos con cien mil de mi parte y medio millón de los Patrocinadores, algo es algo.
Effie es una realmente buena muestra del humor en el Capitolio. Si ellos quieren a Peeta, los Organizadores de los Juegos no lo dejarán morir. Al menos, aún no. No sin un espectáculo. Todo lo que tenemos que hacer es esperar a que se les ocurra algo. Indudablemente algo casi suicida, algo que envuelva competencia cabeza a cabeza entre los tributos restantes, pero es mejor que nada.
-Me pregunto, ¿cuánto le llevará a Crane meterse por su gruesa calavera que a Peeta podrían quedarle sólo algunas horas de vida? -Hablo, dirigiendo mi duda a la cámara en el fondo de la habitación-. No sé cómo hará Katniss para sobrevivir sin él.
Estoy diciendo esto por el bien de Seneca. Sé que está mirándonos. Estuvo mirando a Haymitch desde que Katniss le disparó a su cerdo asado. Sé que está fijándose lo que ocurre con Saphira, si habla de su pequeño tratado. Si lo delata ante Snow.
Poner a la chica del 12 en directo y mortal conflicto con los otros es la mejor oportunidad que él tendrá de sacarla de en medio mientras aún puede. Ella puede morir valientemente en un intento de salvar a su amado -o eso cree él. Todos sabemos que dada la oportunidad, hará cualquier cosa para salvar a Peeta. Ella tiene miedo a enfrentar a todos en el 12, con las miradas acusatorias en sus rostros, preguntando por qué no lo salvó.
Pero eso no es lo que el Capitolio verá en sus acciones. Verán una chica intentando salvar al chico que ama. Si tiene éxito, la gente del Capitolio se alegrará. Si falla, será el descorazonador fin de una floreciente relación, con Katniss muriendo valientemente en el campo de batalla. Algo de lo que el Capitolio hablará por semanas como el más increíble momento de la televisión, y Seneca se sacará de encima un problema antes de que se convierta en uno más grande.
Es solo que no quiero pensar en lo que pasará después de que ella deje la arena si- no, cuando- ella o ellos ganen.
Ganar no es el fin. Sé lo suficiente como para saber eso. Son atractivos, Snow no dudará en convertirlos en compañías, tal y como Phira y yo somos.
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¿Qué pasó? ¿Yo, subiendo capítulos dos días seguidos? ¡¿Kheeeeeee?!
