Saphira 《Finnick Odair》

Capítulo 28

   No será lo suficientemente rápida. Lo sabe. Lo supo en cuanto oyó el grito que señalaba el peligro, pero no puede aceptarlo. Cuando Katniss interrumpe en el claro, el chico del 1 ensarta a la niñita donde está caída, indefensa para detenerlo, las manos extendidas hacia ella, su última esperanza. Llega demasiado tarde.

   Muy tarde para salvarla.

   Matar la fuente de su muerte no hace nada por calmar la desesperación que amenaza con abrumarla. Marvel cae al suelo con una flecha directa en el pecho. Ella aún está viva, pero una mirada a su herida sangrante indica que no durará mucho. Cruzo mis brazos y los enrosco sobre mi pecho, tratando de mantenerme entera mientras Katniss toma la mano temblorosa de Rue en la suya.

   Después de esto, debo hacer algo, tengo que cambiar las cosas. Katniss debe salvar a Peeta. La idea de Finnick...

—¿Hiciste estallar la comida? —Susurra la pequeña.

—Hasta el último trocito —Le asegura la castaña.

—Tienes que ganar —Suplica, mirando a Katniss directo a los ojos.

—Lo haré. Ganaré por las dos ahora —Promete Katnis.

   Mi garganta se cierra, y trago sonoramente, intentando quitar la obstrucción. No sirve de nada llorar en este momento. Es solo que... me asusta, que la cazadora gane, que le corte la garganta a Peeta, o que le clave una flecha en el ojo izquierdo.

—No te vayas —Pide Rue, su voz haciéndose más débil. Para ella es un esfuerzo hablar.

—Claro que no. Me quedaré justo aquí —Le responde, gentilmente poniendo la cabeza de Rue en su regazo y acariciándole el cabello.

—Canta.

   Le toma un momento a Katniss aclararse la garganta, pero cuando canta, los sinsajos guardan silencio. Canta una canción que encapsula la esperanza que la niña moribunda representa. Ahora es cuando el pavor me vuelve a embargar, conozco muy bien esa canción, es la canción del valle, la que Peeta tanto me pedía que le cante cuando sólo tenía diez años. La que nunca más volví a cantar desde hace años, la última canción que salió de mis inocentes labios. La vez que canté en el 12 no tuvo sentido para mí, lo hice para cumplir con los niños.

  Aquí tus sueños son dulces y mañana se harán realidad

   y mi amor por ti aquí perdurará.

   Hay absoluto silencio en la sala después de la última nota. El cañón suena, señalando que Rue está muerta. Katniss no deja la escena, para permitirle al aerodeslizador que retire el cuerpo. Tiene una expresión rara en los ojos, y las cámaras se apresuran a enfocar en otra dirección, quitando la escena de la vista cuando se pone de pie. Tributos caprichosos asustan a los organizadores de los Juegos, y Katniss tiene una vidriosa expresión que la hace completamente impredecible.

   Miro a la pantalla central para asegurarme que Katniss no está en ningún peligro inmediato, antes de mirar a mi lado y mirar a los ojos de Chaff, que están brillando de lágrimas. Finnick no despega la mirada de la pantalla, al parecer ha reconocido la canción. Sin embargo, no sé de dónde, no recuerdo habérsela cantado alguna vez.

—Parece que tienes una gotera —Le dice Haymitch a Chaff en un intento de aligerar el ambiente, con su voz quebrándose con el esfuerzo.