Capítulo 49

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   Me levanto del suelo con la frente en alto, viendo como los Agentes de la Paz se llevan a mi prometido a rastras.

   Entro en la habitación que compartiré con el sádico y puedo notar como el Presidente Snow sujeta a Theobald por los hombros, y al parecer no de una buena forma

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   Entro en la habitación que compartiré con el sádico y puedo notar como el Presidente Snow sujeta a Theobald por los hombros, y al parecer no de una buena forma.

—Ten cuidado con lo que le hagas, Luwby —Masculla entre dientes, muy cerca de su rostro—. Te haré sufrir si llego a ver una sola gota de su sangre.

   Me aclaro la garganta y me comporto como una mujer que no ha escuchado nada

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   Me aclaro la garganta y me comporto como una mujer que no ha escuchado nada. Pareciera como si Snow me protegiese.
La serpiente lo suelta, le susurra algo y rápidamente se va de la habitación. Me quedo silenciosa y me limito a observar de reojo al asqueroso hombre.

—¡Esclava! Eso es lo que eres ahora mismo —Grita de la nada. Yo me detuve en seco y me giro al instante—, y te trataré como a una.

—No soy tu esclava —Refunfuño de brazos cruzados, respuesta que él aborrece, por lo cual se enfada y me obliga a acercarme al poste de la cama.

—Levanta las manos —Lo hago a regañadientes, más que nada por el bien de todos mis seres queridos. Él me esposará en lo más alto. Apenas tengo que ponerme en puntas de pies para que estos toquen el suelo—. Te quedarás esposada lo que resta de la hora, ya perdimos cinco minutos.

   Mis piernas flaquean, se trata de un poste macizo, con una argolla de hierro cerca de la punta, a la cual se atan mis muñecas, cruzadas, por encima de la cabeza.

   Lentamente se acerca a mí con un cuchillo. Quiere desafiar a Snow. Rasga mi vestido, con ropa interior incluida, haciendo que toda mi feminidad esté a la vista de sus ojos. Incluso siento un leve ardor en mi costado derecho, me ha cortado, no mucho, pero lo suficiente como para que unas gotas de sangre manchen el suelo.

   Se dice que "La serpiente" es un látigo de cola única, de cuero trenzado, de unos dos metros y medio de largo por un par de centímetros de grueso. Es capaz de levantar la carne de la espalda de un hombre. A veces se le añaden limaduras de metal. No es imposible que cualquiera muriese bajo sus golpes. Lo usan frecuentemente en los rebeldes. Es irónico porque se llama igual que Snow.

Saphira 《Finnick Odair》Donde viven las historias. Descúbrelo ahora