Ganadora a mejor personaje literario en los HWStory Awards.
Del nombre griego Σαπφειρη (Sappheire), que fue de Griego σαπφειρος (sappheiros) significado "zafiro" o "lapislázuli" (en última instancia se deriva de la palabra hebrea סַפִּיר (sappi...
—¡Prim! —grita mientras se interna corriendo en la jungla, cojo mi tridente del suelo y la sigo en su carrera desenfrenada hacia no sé dónde. Después de un rato apartando las ramas a manotazos y saltando las raíces que intentan atraparme, llego a un claro y allí está, en mitad del claro limpiando una de sus flechas con un poco de musgo, tiene la cara contraída por el asco pero por lo demás parece que se ha tranquilizado.
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—¿Katniss? —le pregunto preocupado por su bienestar, me acerco lentamente y me coloco enfrente de ella.
—No pasa nada, estoy bien. Me pareció oír a mi hermana, pero... —en ese momento oímos un penetrante chillido, esta vez es la voz de una mujer joven, una voz que conocemos perfectamente, pierdo el color que tenía y se me contraen las pupilas de miedo solo con escucharlo—. ¡Finnick, espera! —exclama intentando retenerme pero ya he salido en la dirección de la que provenía el grito en el momento en el que escucho otro muy familiar—. ¡Finnick! —sigo corriendo atravesando las ramas con un solo pensamiento en la cabeza, ayudar a Phira y a Annie cueste lo que cueste, después de subir una cuesta que me parece interminable llego hasta un árbol gigantesco y comienzo a dar vueltas a su alrededor intentando distinguir algo entre el follaje. ¿Cómo hicieron para meter a Annie aquí?
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—¡Saphira! ¡Annie! —creo que estoy en pleno ataque de pánico porque la voz me sale estrangulada, al cabo de un rato algo cae del árbol, me agacho y lo levanto del suelo examinándolo entonces lo entiendo, la voz provenía del charlajo, pero... eso significa que la ha tenido que grabar en algún momento. Katniss se baja de un árbol y la miro con la desesperación más profunda que me sale del corazón.
—No pasa nada, Finnick, no es más que un charlajo. Están jugando con nosotros —me dice—. No es real, no es Phira, ni Annie.
—No, no es Annie, pero la voz era suya. Los charlajos imitan lo que oyen. ¿De dónde han sacado esos gritos, Katniss? —sus mejillas palidecen cuando llegan a la misma conclusión que yo—. Phira ha salido hace menos de veinte minutos, ¿dónde está?
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