CAPITULO 10

21 1 0
                                    

Narra: Lizzy

Pasaron diez minutos después de que toda la confusión se disipara. Lo primordial ahora no era el misterio que nos rodeaba, o Teresa, si no Daniel. Estaba bastante herido, tenia golpes por todo el cuerpo que no se habían podido recuperar por que no había vivido sangre en muchos días seguidos. Mi corazón estaba latiendo de una manera bastante arrítmica por lo asustada que estaba de que tal vez Daniel estaba peor de lo que parecía. 

- Dame las bolsas de sangre Jack - le grite algo impacientada. Tenia que dárselas cuanto antes, o si no, iba a morir por hambre vampiresa. 

Subi corriendo a toda velocidad. Ya no me sentía mal, de hecho sentir que mi cuerpo estaba regresando completamente a la normalidad, y que mis sentidos vampiricos ya estaban otra vez de regreso. 

Llegue, y Daniel estaba en la cama, con los ojos cerrados. Su piel cada vez mas cuarteada, y sus labios completamente resecos. Su cabello incluso se veía diferente. Nunca hubiera imaginado que un vampiro se vería así si no comía nada en mucho tiempo. Parecía una especie de Zombie. Abre la bolsa de sangre rápidamente, y me acerque lentamente, poniendo la bolsa en su boca. 

- Vamos - dije para mi misma, esperando la recuperación automática de su cuerpo con la nueva absorción de sangre. Pero fue entonces cuando note que algo andaba sumamente mal. Nada estaba sucediendo. Su cuerpo seguía en el mismo estado putrefacto. 

- ¿Que sucede? - grite histérica, pero entonces comprendí, que Daniel no tenia ni la fuerza para poder pasar la sangre. Así que hice lo primero que se me vino a la mente: me metí una gran cantidad de sangre a la boca, y después me acerque a Daniel dandole un beso, y echándole la sangre directamente dentro de su sistema. 

- Funciona... - si, había funcionado. Daniel estiro un brazo rápidamente hacia donde yo tenia la bolsa de sangre en mi mano, y me la arrebato, tomándosela alborozadamente, como si nunca hubiera probado la sangre. Como si fuera un novicio. 

Pero de repente olvide todo, y me puse feliz, al ver que todo estaba regresando a su lugar: Su cabello comenzaba a tomar color de nuevo, y sus cuencas oculares tomaban volumen de nuevo. Su cuerpo comenzaba a notarse mas torneado, y sus labios ya no estaban pegados a su cara, si no que ahora lucia carnosos. Mi Daniel estaba regresando.

- Oh Daniel - una lagrima broto de mi ojo, y lo que hice, fue casi lanzarme a el, y darle un abrazo, un abrazo verdadero. Nunca había sentido tal devoción por algo. Realmente me hacia sentir bien, lo había recuperado, después de todo lo que habíamos pasado, finalmente lo había recuperado, estaba conmigo finalmente. 

Lanzo la bolsa ya completamente vacía al suelo, y se acerco a mi, regresando el abrazo. Sabia que el también estaba llorando por el sonido que estaba haciendo. Me apretaba con fuerza, y lo único que lograba sentir, era su pecho levantándose arrítmicamente por su respiración entrecortada. 

- Lizzy, mi Lizzy - fue lo único que dijo, mientras me abrazaba cada vez con mas y mas fuerza. 

No dijimos literalmente nada por un momento. Nos quedamos entrelazados, sintiendo como esa parte que nos había faltado por unos días, finalmente estaba regresando a nosotros, y sentíamos como nuestros sistemas se llenaban de una manera metafórica. Pero entonces, sentí como su brazo se quebró cuando lo abrace mas fuerte. 

Automaticamente la magia desapareció, y el martirio volvió. 

- ¿Que sucede? - grite mirandolo. Lo único que pronuncio por un quejido de dolor, y se alejo de mi. 

- Sigue demasiado debil - contesto Jack, el cual acaba de entrar por la puerta. Tenia una cara de frustración, y sabia perfectamente que algo lo estaba molestando, como si estuviera pensado en algo pero no sabia como sacarlo. 

-Necesitara por lo menos dos días de descanso y mucho alimento durante todo el día - respondió rápidamente. 

- ¿Como lo sabes? - yo le respondí con otra pregunta. 

- Soy cazador, si quiero ser uno bueno, tengo que conocer perfectamente a mi adversario - respondió lanzado una sonrisa egocéntricamente. 

Tome a Daniel cuidadosamente, y lo recoste en la cama, cuidando que la cabeza no cayera bruscamente sobre esta. Tome sus brazos y se los acomode, después sus piernas, y finalmente lo deje ahí sobre la cama. 

Tenia los ojos un poco entrecerrados, como si necesitara de urgencia dormir, por que su cuerpo aun no tenia la energía de mantenerlo despierto. Sabia que no podía dormir sin antes tomarse por lo menos dos bolsas extras de sangre. 

- Voy por dos bolsas extras de sangre - anuncie, pero antes de que pudiera salir del cuarto, Jack me detiene, y me dice:

- Lizzy, ahora que ya te encuentras en buenas condiciones, creo que deberíamos de practicar tu magia, mañana a primera hora - su comentario me dejo atónita, ¿de verdad iba a continuar con esto de la magia? ni siquiera yo sabia de donde había salido ese destello de poder el otro día. 

Simplemente asentí, y bake corriendo por las bolsas. Cuando pase por la sala, vi algo sumamente raro: Ahora Greyson estaba hablando con Teresa como si nada, de hecho Greyson tenia una cara de emoción, que no se la había visto en mucho tiempo. 

Tome las bolsas, de sangre, y rápidamente sube a dárselas. 

SOMBRAS PASADAS Donde viven las historias. Descúbrelo ahora