15. jm

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Está callado, moviéndose hacia delante, sujetando con fuerza mi mano. Las luces de los edificios a nuestro alrededor empiezan a apagarse, convirtiendo esta noche de invierno en una aún más oscura pero, por alguna razón, no tengo miedo a perderme en estas grandes y vacías calles llenas de peligro. Por alguna razón, tener nuestros dedos entrelazados me da seguridad.

Aún así, siento que estoy atrapado en la casa de cartas que construí y sigue temblando, desmoronándose. A veces un par de cartas caen frente a mis ojos, llevándose consigo una parte de mí, haciéndome perder el equilibrio y caer de rodillas. Está hecha de recuerdos, todos aquellos que quiero olvidar, pero una brisa amable se cuela por la ventana y me incita a querer escapar de este lugar, a querer descubrir el mundo de ahí afuera. Si tan solo mis pies no fallaran al dar un paso hacia delante, si tan solo mis manos me obedecieran al intentar alcanzar el picaporte. Pero el miedo les paraliza. ¿Qué me espera ahí afuera? ¿Otra tormenta que me empapará y calará mis huesos al hacerme llorar, disimulando mis lágrimas bajo su lluvia intensa? ¿Está él esperando justo frente a la puerta? ¿Para qué? ¿Para huír de nuevo al escuchar esas palabras prohibidas? ¿Para observar cómo caigo sin pestañear? ¿Para dejarme aquí observando su espalda mientras se aleja más y más? Tengo miedo. Quiero quedarme aquí dentro, en esta casa hecha de cartas, hasta que ambos seamos destruidos.

-Estoy aquí, Jimin.

¿Qué es eso?

Una voz dulce viene de fuera, invitándome a derribar la puerta y encontrarme con él. De alguna manera, su voz parece venir de un lugar muy cerca de mí.

Miro a mi derecha y ahí está Jungkook, con su vista vagando por el cielo negro, haciendo que la curiosidad me consuma al preguntarme en qué estará pensando mientras nos dirigimos a mi casa. Y de repente, sucede. Nuestros ojos se encuentran y juro que nunca había notado lo oscuros que son. Rebosan incertidumbre, remordimiento, aunque también puedes encontrar esperanza en ellos, fuerza. Tengo la sensación de que quiere soltar algo; palabras que escalan por su garganta y golpean las paredes de su boca para poder salir. Quiere gritar, en cambio, permanecemos en silencio, siendo guiados por las estrellas sobre nosotros.

-Por alguna razón, no quiero que esta noche acabe nunca.

Un mero susurro antes de que su mirada caiga sobre nuestras manos y después hacia el frente de nuevo. Quizás porque quería ocultar esa pequeña sonrisa que apareció en su rostro, quizás porque el marrón de sus ojos brilló por un segundo bajo esta luna que tanto anhela llamar nuestra atención.

No sé por qué, pero ahora camino más despacio.

Dentro de esta casa contruída con cartas de recueros, me acerco sigiloso a la ventana por la que entra esa brisa ligera e intento alcanzarle extendiendo mi brazo. Por primera vez en casi una eternidad, desearía poder abrir la puerta y visitar el mundo que me está esperando, para encontrarme con él.

Si tan solo no estuviera tan aterrado... Si tan solo tuviera el coraje suficiente...

mil y una mariposas. | kookminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora