mil y una mariposas. | kookmin

22. jm

-¿Tae?

Abre sus ojos rápido, levantándose en apenas un pestañeo, invitándome a pensar que no le saqué de un simple sueño, sino que le liberé de algo más profundo que le estaba ahogando.

-Jimin. -Pronuncia mi nombre levemente sorprendido, sé que no esperaba que viniera- Estás aquí.

-Bueno, -Digo extendiendo mis brazos y mirando a los focos para después echar un vistazo a mi alrededor- Tengo una actuación esta noche, ¿no?

Me ofrece una sonrisa sincera, tan cálida que podría haber sido creada por el verano. Pasa la mano por su pelo, dando un par de pasos hacia delante para, tomándome desprevenido, abrazarme tan fuerte como le hes posible.

-¿Tae...?

-Por favor. -Este susurro me incita a rodearle con mis brazos- Nunca dejes de bailar.

Ni siquiera puedo atreverme a adivinar qué le lleva a actuar de esta manera, pero sigo la brisa que me guía hasta él y me dejo llevar por la paz que desprende.

-Vale.

Esto es suficiente para que se aferre a mí con todas las fuerzas que le quedan, puedo sentirle desear que fuese capaz de leer esos pensamientos que cruzan veloces su mente pero está bien, está bien si no encuentra las palabras acertadas en ese laberinto dentro de su cabeza ahora mismo, está bien si todo lo que puede hacer para asegurarse de que jamás olvide que él nunca huirá, es arroparme con sus manos comprensivas.

Quizás sea solo mi imaginación, pero el frío que me atrapó cuando puse un pie aquí se desvanece por momentos. Y no sé si será porque la primavera ha decidido unirse a nuestra fiesta o porque sus cálidas palabras comienzan a derretir la armadura con la que está vestido mi corazón.

Estoy listo para bailar esta noche.