Parece que las estrellas se han alineado hoy, en este día lluvioso de primavera que tan solo comienza pero parece estar acabando ya. Las gotas caen a mi lado, una a una, llegando al mismo destino. Destino. Una palabra llena de significado, tan vacía para algunos, que nos guía a través del sendero por el que nos arrastramos. Junto con el tiempo que pasa cada vez con más rapidez, forman un dúo que conquista el mundo en el que estamos atrapados. El azul de este cielo que oculta tras él una inmensa galaxia, se cierne sobre nosotros para susurrarnos con cautela, pues él conoce los secretos que el universo esconde y sabe de la existencia de los planes que el destino guarda para nosotros. Las motas de colores que se transforman en mariposas, se confunden con la luz del Sol y marcan el ritmo que debemos seguir.
¿Qué escribirá el destino tan egoísta en las hojas blancas del libro de nuestra vida?
Al abrir la puerta del club, mil preguntas sobre el futuro incierto que nos aguarda me asaltan, y la incertidumbre me carcome mientras la calidez de estas paredes me envuelve.
-¿A dónde vais?
Les encuentro enfundándose en sus abrigos, hablando en voz baja mientras el lienzo de sus rostros parece ser pintado con un color triste y desolado.
-Hoy...hace justo tres años desde que Yoongi abandonó el club.
-Y cada año, vamos juntos al acantilado de los deseos.
-¿Para desear que vuelva?
-No. -Se entromete Namjoon con una mezcla de seriedad y pena en el tono de su voz- Para desear que ninguno más de nosotros nos abandone.
Ahora Hoseok me regala una amable sonrisa que lucha por imponerse a su tez llena de amargura y una esperanza quebrada.
-Es como una tradición, ¿sabes? Como...
Pero entre los escombros de mi mente, tan solo una pregunta llama a las puertas de mi boca, deseando hallar una respuesta.
-¿Dónde está Jimin?
Se detiene en seco, notando que no prestaba atención a sus palabras.
-Le vi esta mañana pero...-Evita mi mirada inquisitiva- Se marchó.
Percibo, por la forma en la que traga saliva y se gira hacia los demás, que hay algo que mantiene oculto en su garganta, pero ahora mismo, solo soy capaz de pensar en aquello que quema cada rincón de mi piel.
-¿A dónde ha ido?
Suspira, aún no resignándose a confesar esas letras que cuelgan de su boca, apenas musitando entre dientes:
-En un día como este...
Y cuando sus palabras se pierden en el silencio, la voz de Tae suena más fuerte, interponiéndose, revelándome aquello que las sabias nubes ya me susurraban al oído.
-Probablemente haya ido al club de Yoongi.
-Iré a buscarle. -Espeto decidido, sin pensarlo dos veces.
Pero Hoseok sacude su cabeza varias veces, brindándome una mirada compasiva.
-No creo que...
-Hazlo. -Tae le interrumpe de nuevo- Ve a buscarle.
Bajo sus ojos confusos y acusadores reinados por una pizca de esperanza y fuerza, me dirijo a la salida, obviando cómo Hoseok se cruza de brazos y se prepara para decir algo justo cuando mis dedos rozan el pomo de la puerta.
Los pájaros parecen volar en sincronía, batiendo sus alas al unísono. El blanco de las nubes brinda cierta paz a este paisaje que refleja un campo de batalla, pero no es suficiente para calmar nuestros acelerados corazones ni acallar nuestros gritos. Y es que me muevo hacia delante, a paso ligero bajo una lluvia que comienza a ganar intensidad, mientras un cierto miedo recorre mi espalda como si se tratara de las vías de un tren; un tren sin un destino fijo.
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mil y una mariposas. | kookmin
Fanfiction❝-Quedémonos así.❞ ❝-¿Cuánto tiempo?❞ ❝-Para siempre.❞ All Rights Reserved. ©oihoney