mil y una mariposas. | kookmin

59. jk

Ruidos que se mezclan con decenas de voces inundan mis oídos, obligándome a abrir los ojos, siendo cegado por los rayos del Sol que toman mi rostro por objetivo. Distingo la barra al final, los sofás esparcidos por el lugar alrededor de algunas mesas y estas paredes llenas de fotos, cuadros y espejos; atraen consigo recuerdos de la noche anterior, cuando el cansancio me invadió aquí mismo. Y así, volviendo a la realidad tras abandonar mis sueños, siento un peso sobre mi hombro.

Es él.

Nuestros ojos se cruzan bajo la luz abrasadora que torna su cabello un tono más claro, parecen estar contándose mil secretos mientras nosotros permanecemos en silencio, simplemente sonriendo como si este pequeño gesto fuera suficiente para plasmar aquello que ronda por nuestras mentes.

-¡Al fin despertáis!

Rompe el contacto al escuchar la voz de Namjoon, y se levanta tan rápido como le hes posible; yo me limito a seguir sus pasos con la mirada.

-¡Perdón, perdón! -Repite varias veces.

-Está bien. -Dice tranquilo, calmando a Jimin con un gesto de manos- Solo id a practicar ya.

-¡Sí! -Imita a un soldado diligente antes de girarse de nuevo hacia mí- ¿Estás listo para un nuevo día?

Asiento instantáneamente, ya poniéndome sobre mis pies y siguiéndole a través del pasillo, hacia la sala de prácticas, siendo guiado por su voz la cual, tan llena de energía como nunca antes, suelta mil palabras que no soy capaz de escuchar, ya que estoy perdido entre los pensamientos que cruzan fugaces mi cabeza.

Aún pienso en el marrón de sus ojos cuando acababa de despertar y cómo se me asemejaban un poco más pequeños, más frágiles, cómo la sonrisa dibujada en su rostro parecía intentar confesarme todo aquello atascado en su garganta y cómo, por un segundo e incluso en este lugar rebosado de gente, para mí solo existía él.

Nunca imaginé que amanecer a su lado haría que me enamorara un poco más de él.