78. jm

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Yoongi se halla tumbado junto a mí, en esta cama de sábanas blancas, y descanso mi cabeza sobre su pecho, escuchando el sonido de su corazón palpitante. La luz tenue del Sol atraviesa la ventana, iluminando su tez pálida y parte de esta habitación.

Y no puedo evitar pensar en ese pasado ya lejano en el que tan solo tenía diecinueve años y me encontraba tumbado a su lado por primera vez, siendo asaltado por la certeza de que poseía todo lo que necesitaba, sintiendo que el mundo no era tan aterrador como los demás aseguraban. Porque era tan joven cuando me enamoré por primera vez, no sabía mucho sobre aquello a lo que llamaban amor. Tan solo sabía que cada vez que entrelazaba nuestros dedos, no era capaz de ponerle nombre a ese sentimiento tan cálido que recorría mi cuerpo, así que decidí llamarlo amor.

Desde entonces, un par de años han pasado y miles de sucesos han ocurrido. Hemos sobrevivido a más tormentas de las que podemos contar con los dedos de una mano, y hemos esperado volver a encontrarnos más de lo que deberíamos. Hemos recorrido un largo camino y atravesado un enorme desastre para poder estar juntos ahora mismo. Pero al aferrarme a él, unas palabras cruzan mi mente asemejándose a un eco.

No quiero que esta noche acabe. Nunca.

Viajo abruptamente a la primera noche en la que sostuve una mano que no pertenecía a Yoongi; viajo a la primera noche en la que sostuve con fuerza la mano de Jungkook, y me hallo sonriendo al contemplar la palma de mi mano, la cual aún conserva su calidez.

Busquemos un lugar para resguardarnos  de la lluvia.

Ahora me descubro bajo una lluvia furiosa que se abalanzaba sobre nosotros mientras él me extendía su mano gentil una vez más y la tomé sin pensarlo dos veces.

Me gusta. Tu risa.

Aquella fue la primera vez que deseé poder permanecer un poco más al lado de alguien que no era Yoongi.

Y me paro a pensar en el camino que dejo atrás, en estos últimos meses, en todos los huracanes en los que he estado y en cada recuerdo que visita mi mente, recuerdos en los que el protagonista siempre es la misma persona.

Jungkook.

Un sentimiento que ni siquiera soy capaz de atreverme a intentar describir con palabras vanas roza mi corazón, y me pregunto cómo debería llamarlo.

-¿Jimin? -Su voz dulce capta mi atención- ¿Todo bien? Pareces estar perdido en pensamientos.

Asiento cuando nuestros ojos se encuentran, sonriendo sutilmente.

-Sí. -Aseguro, besando levemente su mejilla- Ahora estoy bien.

No sé qué nombre debería ponerle aún, pero tampoco es necesario. Tan solo me limito a vivir el presente que ahora me pertenece, el cual vivo junto a Yoongi, anhelando un futuro en el que podamos permanecer juntos.

Aún así, a pesar de que intento desesperadamente por mantener mi vista al frente, esa maldita mariposa azul nunca se marcha.

Dime, ¿cuándo me dejarás en paz?

mil y una mariposas. | kookminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora