74. jk

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Tan solo puedo limitarme a observar cómo cruza la puerta apresurado y se aleja, ya que la culpa que me consume se ha convertido en una cadena que me mantiene atado al suelo frío. Me atrevería a pensar que las nubes fueron las responsables, porque ellas me susurran que yo fui el desencadenante de esta tormenta en la que nos hallamos atrapados.

-¡Mierda! -Los gritos frustrados de Tae reinan en la sala- ¡Mierda! ¡Mierda! ¡Mierda!

Golpea el sofá que se encuentra en una esquina cerca de él, intentando así descargar toda la rabia que le posee, pero parece ser inútil.

-Hey. -Hoseok posa una mano amable sobre su hombro- Cálmate, por favor.

Y así, Tae toma una gran bocanada de aire y coloca sus dedos finos sobre los de Hoseok, invitándome a pensar que su mera presencia le transmite alguna especie de energía capaz de derrotar a todos sus demonios.

-¿Pero qué vamos a hacer ahora? -La voz preocupada de Jin nos obliga a clavar nuestros ojos sobre él- ¡Tenemos que subir al escenario ahora y nos falta un bailarín!

-No. -Interrumpo inmediatamente- ¿Qué pasa con Jimin?

Pero mis palabras emponzoñadas parecen tan solo desatar un huracán que se prepara para arrancar el tejado sobre nosotros.

-¿Jimin?

Tae se gira hacia mí, dirigiéndome una mirada en la que se pueden percibir tanto el dolor como la traición, y su voz pierde fuerza a medida que abandona su boca, llevándome a creer que está a punto de romper en llanto.

-¡Él nos ha abandonado! -Explota cual bomba que ha estado durante demasiado tiempo encendida- ¡En una noche tan importante como esta, ha decidido dejarnos e ir tras Yoongi!

Debido a la explosión, el suelo tiembla y una grieta se abre bajo nuestros temblorosos pies, mientras la lava naranja se expande como un río que ha tomado por objetivo prendernos fuego.

-¡Abre los ojos, Jungkook! -Da un par de pasos en mi dirección- ¡No significamos nada para él! ¡Solo le importa Yoongi ahora mismo!

Y me tambaleo al borde del avismo, no queriendo mirar hacia abajo.

-¡Tan solo te usó así como hizo con decenas de extraños más, pero estás tan cegado que...!

-¡Tae! -Irrumpe Namjoon, deteniéndole al colocar una mano contra su pecho- ¡Ya es suficiente!

La atmósfera parece más pesada aquí dentro, la tensión se acumula y toma la forma de mil rocas que caen sobre nuestros hombros, provocando que casi tropecemos y nos abalancemos a través del acantilado que conduce a esas llamas infernales.

-Jimin solo...-Podría decirse que busca alguna forma de apagar el fuego que nos quema- Él solo...

Pero debido a que es incapaz de mediar palabra o quizás no encuentre las correctas en medio del laberinto en su mente, es Hoseok quien nos brinda unas palabras pronunciadas en alto con una voz dulce y cálida.

-Las mariposas siempre vuelan alto y libre. -Asegura acercándose a Tae de nuevo- Por eso es tan difícil atraparlas.

-¿Mariposas? -Pregunta Jin, adoptando un tono que nos rebela el poco sentido que halla en sus palabras.

-Sí, ¿no crees que él es como una mariposa?

Y es en este preciso instante cuando mi mente viaja al pasado, justo a aquel momento, y trae consigo aquellas palabras:

Quizás las mariposas tan solo necesiten a alguien que les pida que no se marchen.

Soy asaltado por la repentina necesidad de correr tras él, de seguir sus pasos y hallar su sombra entre las figuras ajenas. Por ello, me enfundo en mi abrigo dispuesto a perseguirle allá donde vaya, mientras mis ojos descubren en la penumbre esa mariposa azul que me brinda el coraje del que tanto carezco.

mil y una mariposas. | kookminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora