91. yg

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No hace mucho tiempo, Jimin habría tomado mi mano sin dudarlo, pero ahora mismo, se balancea sobre una cuerda floja, temblando frente a mis ojos mientras niega de forma casi imperceptible, sin saber qué camino tomar. Y lo sé, sé que debería dejarle marchar, ya que una parte de mí musita entre suspiros que él no es mi destino, porque a pesar de que volviera a mí, ya no puedo ver ninguna mariposa. Aún así, llevado por la desesperación, musito para convencerle al fin:

-Jimin...una vez me prometiste que me mostrarías ese lado del amor al que no debo temer, ¿recuerdas?

Sus ojos se espanden, y unas palabras prohibidas cuelgan de sus labios al sentir sus rodillas flaquear.

-Entonces, no me abandones.

Llámenme egoísta y no lo negaré, pero al final, acabé siendo poseído por aquello que más me aterraba y me convertí en este ser al que ahora detesto, pues me aproveché de ese corazón débil que tan solo desea permanecer a mi lado porque yo aún le quiero.

Puedo leerlo en su triste mirada al alejarnos de esas seis sombras que le observan y gritan furiosos, sí, él anhela poder quedarse junto a ellos, pero mientras siga atado a mí y yo no me atreva a soltar sus manos, siempre volverá a mí.

Por ello, siempre estaremos juntos.

mil y una mariposas. | kookminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora