-¿Qué desea tomar? -Pregunto con la mirada fija en el pequeño cuaderno que sostengo entre mis manos.
-¿Es que ya no me reconoces? -Su risa retumba en las paredes del restaurante- ¿Tanto he cambiado?
Al levantar la vista, me topo con una figura de cabello castaño y largo hasta los hombros recogido en una coleta, unos ojos marrones reinan en su rostro ya marcado por los golpes que da la vida y esa sonrisa tan carismática que jamás podría olvidar sigue plasmada en el lienzo que es su cara.
-Tae. -Musito entre dientes, anonadado al volver a encontrarle tras tanto tiempo.
-Ese soy yo. -Asegura al poner los codos sobre la mesa y posar su barbilla sobre la palma de sus manos- ¿Cómo estás?
-Bien, pero... -Frunzo el ceño, aún en trance- ¿Qué haces aquí?
-Namjoon me contó que ahora trabajas en este restaurante así que decidí venir a verte. -Ahora se cruza de brazos y reposa su espalda contra el respaldo de la silla- ¿Qué? ¿No te alegra verme?
-¡Sí! -Exclamo apresurado- Quiero decir...Claro, claro que me alegra verte.
-Bien. -Sonríe de nuevo al echar un vistazo a la carta de platos- Porque no he venido tan solo para visitarte.
-¿Entonces? -Pregunto siendo carcomido por la intriga- ¿Para qué has venido?
Hará ya más de un año desde que bailamos juntos sobre el mismo escenario, y tan solo medio año desde la última vez que nuestros caminos se cruzaron. Aún así, nada parece haber cambiado. Pues sus manos siguen extendiéndose gentiles hacia mí y su voz suave parece acariciar mis mejillas, mientras me dedica una sonrisa acogedora, esa que le regalarías a alguien que forma parte de tu propia familia.
Suspira al llevar su mano frente a mis ojos y, tan pronto como la observo atentamente, noto aquello que brilla en una de sus dedos y me pregunto cómo no me di cuenta de ello antes.
Es un anillo.
-Voy a casarme. -Anuncia poseído por un orgullo inmenso y una alegría que se asoma a cada poro de su cuerpo- Y nos gustaría que acudieras a la boda.
-¡Cielos! -Suspiro al dejarme caer sobre la silla frente a él- ¿Al fin se atrevió a pedírtelo?
La sorpresa baña su rostro y se acerca a mí, llevando su cara a pocos centímetros de la mía.
-¡¿Tú lo sabías?! -Exclama estupefacto.
-Hoseok me llamó hará ya unos cuatro meses. -Confieso al sonreír para mí mismo- Sí que ha tardado...
Y la atmósfera se torna más calmada a nuestro alrededor, puede que por la noticia que él trajo consigo o, quizás, por la reciente llegada de la primavera. Ya que las flores comienzan a nacer por cada rincón y los pájaros vuelan altos sin temer al Sol, mientras las nubes son bañadas por un blanco puro y el cielo azul se expande indulgente sobre nosotros.
-¿Y tú qué, Jungkook? -Pregunta y distingo nostalgia en su voz- ¿Te has vuelto a enamorar?
A pesar de la llegada de la primavera y todos los colores que ésta nos brinda, el mundo en el que me hallo atrapado sigue en blanco y negro.
-No.
A pesar de los años transcurridos, aún busco su sombra entre las siluetas de la gente e intento hallar sus ojos entre las miradas que se posan sobre mí, siempre fallando.
-¿Cuándo comenzarás a vivir de nuevo?
Cuando esta mariposa azul me abandone.
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mil y una mariposas. | kookmin
Fanfiction❝-Quedémonos así.❞ ❝-¿Cuánto tiempo?❞ ❝-Para siempre.❞ All Rights Reserved. ©oihoney