-¡Buenas días, chicos!
-¿Cómo habéis dormido?
Esas voces eufóricas que desprenden tanta energía son lo único que se escucha en la sala y, me atrevería a asegurar, incluso en toda la ciudad.
-Hemos traído...
-¡Comida! -Exclama Jin excitado anticipándose a las palabras de Hoseok al ver como él agita una bolsa en el aire.
Casi se podría decir que se abalanza sobre él, entusiasmado, y le arrebata de las manos la bolsa de papel.
-¡Pasteles de arroz dulces! -Grita preso de la felicidad para, segundos después, fruncir el ceño y girarse hacia él- Espera, ¿pasteles de arroz dulces?
-Sí. -Responde concentrado en los papeles sobre su escritorio, sin prestar demasiada atención a la voz decepcionada de Jin- ¿No te gustan?
-Los odio.
-Una gran tragedia para ti...-Comenzó a decir al girarse hacia él y recuperar su bolsa- Más para mí.
Jin se cruza de brazos frunciendo el ceño pero, antes de que pueda lanzar alguna queja, alguien bloquea su vista poniendo otra bolsa frente a sus ojos, provocando que salte ligeramente hacia atrás a causa de un susto cargado por la sorpresa. Mira hacia arriba para encontrar el rostro de Namjoom reinado por una dulce sonrisa. Y, como si hubiera sido capaz de leer su mente, los ojos de aquel que hace un instante parecía tan desilusionado, se abren como platos y toma entre sus dedos aquello que con tantas ganas ya empieza a abrir.
-Bien, chicos. -Namjoon llama nuestra atención tras haber contemplado casi embelesado cómo aquella figura de pelo castaño comenzó a comer- Tenemos mucho que hacer y poco tiempo. Apenas dos semanas más.
Señala a Tae con ímpetu, quien devora con deleite uno de los pasteles de Hoseok.
-Necesito que supervises a los técnicos encargados de las luces hoy porque no estaré aquí.
Lleva una mano a su frente, imitando a un soldado, en señal de que obedecerá.
-Hoseok. Tú ayudarás con los arreglos de decoración para el escenario. -Acto seguido se gira rápido hacia Jin, quien ya casi ha acabado- Y tú, tú vienes conmigo.
Suspira y coloca ambas manos sobre sus caderas. Percibo que el simple hecho de pensar en todo lo que aún queda por hacer y sentir que el tiempo se abalanza sobre nosotros, provoca que un gran peso caiga sobre sus hombros ya tan agotados.
-Esta es una gran oportunidad y...
-¡Cielos! -Espeta Taehyung desde una esquina- ¡Lo sabemos, lo sabemos!
Camina hacia Namjoon, despreocupado y sonriendo para, quizás así, regalarle algo de paz.
-Confía en nosotros; no lo arruinaremos. -Deja su mano caer sobre el hombro de aquel que le escucha con una leve sonrisa- Gracias por esto.
Él asiente, puede que ahora más relajado para, justo después, clavar su mirada sobre nosotros.
-Buena suerte con las prácticas hoy. -Dice ya alcanzando su maletín y haciéndole una señal a Jin para que le siga- ¡No os esforcéis demasiado!
Y se marchó, dejando su voz resonar en las paredes, con ese tono preocupado que refleja la sobre protección de un padre.
Sin perder ni un solo segundo, Hoseok y Tae se precipitan hacia el escenario, haciéndonos creer que compiten en una carrera de la que no hemos sido advertidos. Al estar sobre el suelo de madera, apartan veloces las grandes cortinas, musitando en voz baja; pareciera que se enzarzan en alguna disputa, al igual que un par de niños.
-¿Qué demonios estáis haciendo?
La voz de Jimin, a pesar de sus vastas palabras, suena tranquila y proviene de uno de mis lados. Hoy, aún, nuestros ojos no se han encontrado.
-¡El nuevo equipo de música...!
En ese instante, como si lo hubieran planeado, gritan al unísono:
-¡Quiero ser el primero en probarlo!
Entrelazan sus miradas confusas, probablemente sorprendidos ante su espontánea coordinación, mientras a nosotros nos invade la inesperada necesidad de dejarnos llevar por una alocada risotada.
Hoseok suspira, resignado ante algo que desconozco, y posa con desgana ambas manos sobre sus caderas.
-Adelante.
Una simple palabra es suficiente para que los ojos de Tae se llenen de una cierta ilusión, convirtiéndole en un niño a punto de descubrir un gran tesoro. Rápido, se dispone a buscar entre cientos de canciones aquella con la que nos envolverá en esta cálida mañana.
Apenas despuntan las primeras notas en el aire, llega la melodía a nuestros oídos para ser interrumpida por la voz emocionada de Jimin. Hoy, aún, nuestras manos no se han rozado.
-¡Conozco esta canción!
La primavera ya ha llegado.
Incluso bajo este techo, entre estas paredes insólitas, él parece estar bailando rodeado por millones de pétalos que vuelan despreocupados a su alrededor para mantenerle a salvo. Se mueve sin ningún temor, siendo guiado por la leve brisa que se cuela a través de la ventana y se desliza por su rostro con suavidad. Salta de un lado a otro, deshaciéndose de esa carga en su pecho para, simplemente, deleitarse con la música. Podrían llamarme loco por segunda vez hoy ya que, por un segundo, sentí que las estrellas habían aparecido a pleno día solo para bailar junto a él.
Ojalá tuviera el valor de esas estrellas, pienso al divisar una sonrisa que comienza a dibujarse en su rostro.
Y es que hoy, aún, mi nombre no ha salido de sus labios. Apesar de que hace unos horas él gritaba entre mis brazos, hoy, aún, no he reunido el coraje suficiente para saludarle con el simple gesto de una mano.
Porque me aterra tocarle.
Si la punta de mis dedos rozara su piel, ¿huiría tal y como hizo anoche?
Una vez más. Miedos, miedos y más miedos marcan el compás. Una vez más. Temores, temores y más temores me impiden avanzar.
-Jungkook.
Pero es él quien extiende sus delgados dedos hasta mí.
-Baila conmigo.
Más que una orden, me atrevería a asegurar que se trata de un ruego tímido. ¿Y cómo iba yo a negarme, si aquello que más anhelo es sentirle cerca de mí?
No te enamores de mí.
Estas palabras grabadas a fuego en mi mente, rondan por los recovecos de mi mente mientras bailamos al ritmo que dicta esta melodía.
No te enamores de mí.
Cinco palabras bastaron para hacerme caer de rodillas ante una cruda realidad. Y me hes imposible no preguntarme qué haría él si supiera de la existencia del que es ahora mi mayor secreto.
¿Bailaría sujetando mi mano con tanta fuerza?
¿Reiría frente a mis ojos?
Cuando la canción acaba y dejamos atrás a Tae y a Hoseok, quienes se pierden entre un montón de papeleo para dirigirnos a la sala de prácticas dispuestos a comenzar nuestra jornada, una única pregunta cruza el desastre que es mi mente.
¿Qué haría si supiera que ya estoy enamorado?
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mil y una mariposas. | kookmin
Fanfiction❝-Quedémonos así.❞ ❝-¿Cuánto tiempo?❞ ❝-Para siempre.❞ All Rights Reserved. ©oihoney