62. th

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Ellos...no parecen darle importancia a las estrellas entrometidas que les vigilan desde no muy lejos. No notan la presencia de las preocupadas nubes que se acercan con sigilo, queriendo formar una barrera a su alrededor. Siguen volando a través del camino que juntos marcan, ignorando a los pequeños pájaros y la oscuridad del cielo, la cual una vez les provocó un gran miedo.

-Es como si la historia volviera a repetirse. -Observando desde una silla delante de la barra, Jin comenta en voz alta.

Escuchamos sus excitadas voces, sus pies encima del inmenso escenario delante de nosotros, moviéndose de un lado a otro y riendo de vez en cuando, siempre buscándose con esas miradas que confiesan más que mil palabras.

-Se enamoran pero, ¿están listos para ello? -Hoseok, detrás de la barra, lava algunos vasos- ¿Quién huirá esta vez?

Diviso los ojos castaños de Jimin, parecen brillar al estar cerca de esa figura que se mantiene firme a su lado, trazando finas líneas doradas en sus pupilas. Y he notado cómo cambia la mirada de Jungkook cuando es a él a quien observa. El color de sus ojos se me asemeja más claro, emanando una sensación de calidez y paz, y pareciera que encierra en él un jardín verde en el que florecen pétalos de color esperanza cada vez que a través de las ventanas en su rostro encuentra a esa silueta de cabello negro frente a él. Sus siluetas parecen estar en sintonía, sus almas han hallado un lugar de calma en la compañía del otro y, aún así, me temo que el suelo tiembla bajo ellos.

Porque aún hay sombras y demonios que no pueden dejar ir. Se aferran al pasado, provocando que siempre miren atrás y pierdan de vista el presente, dificultando su camino hacia el futuro.
La penumbra se cierne sobre sus cuerpos, y aunque me atrevería a asegurar que uno de ellos ha encontrado la forma de prender una llama en medio de la oscuridad, él otro está demasiado ciego para hallar la salida del laberinto en el que está atrapado.

-Jimin.

Sus ojos clavados en mí, sorprendidos ante mi respuesta a una pregunta retórica.

-Esta vez, él huirá.

Se limitan a asentir, así mostrando que están de acuerdo conmigo.

-Pero ese muchacho...él no se rendirá. -Dice Hoseok señalando a Jungkook- Él no es como Yoongi, y tampoco como Jimin.

Pareciera que observamos una película que nos manteniene en suspense, pendientes de cada paso que toman y contando cada uno de sus pestañeos, preguntándonos cómo acabará.

-No sé...-La voz insegura de Jin denota cierta incertidumbre- ¿Cuánto tiempo puedes correr detrás de alguien que huye de ti para buscar a otra persona?

-¿Y cuánto tiempo puedes esperar a alguien que no volverá?

Han llegado al punto en que sus palabras se pierden y son incapaces de dar con algunas nuevas, sumergiéndose ahora en el océano de pensamientos que son sus mentes.

Jungkook bebe agua, exhausto tras una larga tarde de prácticas, y escucha atentamente la voz de Jimin, cuyo rostro es reinado por una gran sonrisa y habla sobre temas banales. Y justo ahí, cuando comienzan a caminar hacia nostros para sentarse a nuestro lado, puedo verlo.

Esta historia es diferente. Porque en aquella que dejaron a medias, uno era aún demasiado joven y no sabía nada del amor, mientras el otro temía a enamorarse. En esta que aún continúa, uno parece haberse enamorado completamente y el otro, aún atado al última capítulo de su primera historia, tan solo necesita darse cuenta de que él, también, ha empezado a caer en las telarañas de aquello a lo que llaman amor.

Dime, Jimin, ¿cuándo lo admitirás al fin?

mil y una mariposas. | kookminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora