87. jm

290 86 25
                                    

Por primera vez, deseo alejarme de los escombros de la casa de cartas que una vez construí a mi alrededor, y adentrarme en el bosque verde que se formó al otro lado.

-¿Por qué quieres ir al club?

Cuando Jungkook apareció frente a mí, la sensación de estar vacío se desvaneció, y un farolillo se encendió en la cueva por la que camino.

-¡Jimin! -Grita al mover las manos en el aire bruscamente- ¡Háblame!

Y es que mientras mis ojos no perdían de vista los suyos, esa mariposa de color azul volaba tranquila sobre su hombro, repitiéndome una y otra vez que no debía dejarle marchar nunca más.

-¡Hey!

Al observar como su silueta se alejaba calle abajo, sentí una vez más que alguien estrujaba mi corazón y que, si no le detenía, no sobreviviría.

-¡Jimin!

Me giro veloz hacia él, harto de que sus gritos inunde el espacio y reboten contra las paredes.

-¡Porque quiero volver a verle!

Pero al sucumbir ante el silencio, desearía haber permanecido callado, pues también ahora el suelo tiembla bajo nuestros pies y una grieta se abre. A través de ella tan solo podemos divisar un abismo, el cual intenta engullirnos.

-¿A quién?

-A todos. -Aseguro sin dudar.

Y una vez más el arrepentimiento se apodera de mí al presenciar con ojos mudos cómo aprieta con fuerza su puño, frustrado, y su mirada se torna triste, pareciera que se rinde ante una realidad que le desgarra el alma.

Me preguntó por qué se gira sin más, sin añadir palabra alguna y su silueta se pierda a través del pasillo, siendo guiado por una pesadumbre que le cala los huesos.

Y habría preguntado en voz alta, si no fuera porque aquella maldita mariposa me confesó aquello que él callaba y yo me limitaba a negar.

Yoongi me quiere. No puedo dejarle.

Pues sé que ardería a causa de unas llamas creadas a partir del desamor y el abandono, el sufrimiento y la pena. Si ahora me alejase de sus manos amables, él levantaría una casa de cartas a su alrededor así como hice yo, y las lágrimas corromperían su rostro.

No puedo permitirlo.

Yooongi me quiere.

Y yo le quiero.

Pero entonces, ¿por qué siento que no es aquí el lugar al que pertenezco? ¿Por qué siento que no son sus brazos aquellos que deberían rodearme cuando la noche llama a la puerta y la oscuridad acecha?

Si es él a quien quiero, ¿por qué soy incapaz de pronunciar esas dos palabras en voz alta?

Si él es mi verdadero destino, ¿por qué sigue esta mariposa aquí?

mil y una mariposas. | kookminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora