64. jm

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Cuando deslizaba mi vista aún cansada hacia su tez blanca y nuestras miradas se hallaban justo tras despertar y despedirme de un largo y profundo sueño; aquel siempre fue mi momento favorito. Porque era entonces cuando podía asegurar que él ya llevaba casi una eternidad con sus ojos abiertos clavados sobre mí y contaba cada uno de mis lunares con una sutil sonrisa, llevándome a pensar que había estado observándome desde el alba, deseando grabar a fuego ese instante en su memoria para siempre. Sentir los primeros rayos de Sol a su lado con mi cabeza sobre su hombro, el cual se movía en sintonía con su respiración; es el recuerdo de nosotros que con más afecto atesoro porque, por un segundo, sentía que me tomaba entre sus brazos como si yo fuera su mundo entero. Por un segundo, creí que podría escuchar esas palabras saliendo de su boca, como si estuvieran colgando de sus labios, listas para caer por mi piel.

Te quiero.

Pero nunca logré oírlas, eran palabras con las que tan solo podía soñar. Aún así, cada vez que su voz inundaba mis oídos, esperaba que pronunciara aquellas letras en alto solo para mí.

Nunca elegiría enamorarme de ti.

Incluso entonces, cuando contemplé mudo cómo las lágrimas se deslizaban por su triste rostro, el cual partió mi corazón en dos, esperé que él volviera y se aferrara con fuerza a mí, para musitar arrepentido que lo sentía, y aquellas palabras que siempre quise que él me dedicara aunque tan solo fuera en un simple susurro.

Pero esta ya es la tercera primavera desde que él se marchó.

¡Jimin, sube!

Tres primaveras han pasado desde la última vez que su voz provino desde este escenario, llamándome y tratando de alcanzar mi mano.

Cada vez que te mueves al ritmo de la música, tus pasos me atrapan.

Durante un largo tiempo, fue él quien me llevó a la cima de la montaña, manteniéndome tan alto que creí poder llegar a rozar el cielo. Invitándome a creer ciegamente que sería imparable mientras siguiera bailando.

Por alguna razón, quiero seguir bailando contigo, Jimin.

Durante más estaciones de las que recuerdo, fue él quien conquistó el desastre que era mi mente, incitándome a creer que el mundo de ahí fuera no sería tan aterrador. Fui embelesado por su voz, aquella que siempre me invitaba a seguirle allá donde fuera.

Algún día serás un bailarín mejor que yo. Espero poder estar ahí para verte cuando ese momento llegue.

Durante más tiempo del que querría admitir, pensé que siempre caminaríamos por el mismo sendero, abalanzándonos hacia el mismo destino. Creí que seríamos él y yo, para siempre.

-¡Jimin!

Pero ahora mismo, es la voz de otra persona la que capta mi atención y me obliga a mirar hacia el frente, encontrándome con sus ojos entusiasmados.

-¡Ven aquí! -Grita señalando el lugar sobre el que se alza- ¡Tengo algunas ideas para nuestro dueto!

Ahora mismo, doy pasos apresurados hacia una nueva silueta que parece estar manteniéndose firme y segura delante de mis temblorosos ojos, deseando poder permanecer a mi lado tantas primaveras como el cielo caprichoso le permita.

Y soy un desastre, pues ya no sé si seguir aferrándome al pasado...o dejarle ir ya.

Hey, Yoongi, ¿cuánto tiempo más debería esperarte?

mil y una mariposas. | kookminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora