94. yg

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No hace mucho pensé que con tan solo tenerle a mi lado bastaría para calmar a los demonios que me acechaban, y que su presencia acabaría con cada uno de mis temores. Pensé que me mostraría ese lado del amor que todos quieren conocer, ese que a todos embelesa. Pero me equivoqué.

Con la mirada perdida en el paisaje que contempla a través de la ventana, suspira de vez en cuando, invitándome a creer que sus fuerzas le abandonan y cada vez le cuesta más sobrevivir a un nuevo día. Desde el día en que nos alejamos de aquellas cinco sombras, parece estar perdiendo la vida lenta y dolorosamente. Y sus párpados cansados a veces permanecen cerrados más de lo que deberían, lo cual me lleva a creer que se embarca en un viaje hacia memorias del pasado y recuerdos que anhela poder revivir o, quizás, su mente le muestre a esas personas a las que desea volver a encontrar.

Pero aún así sigue aquí.

Aún así, desde aquella noche, no ha vuelto a acercarse a aquel maldito club ni ha intentado cruzarse con aquellas figuras que tantas veces le tendieron una mano amable.

No se marcha.

Y me hallo sonriendo, pues sé que él jamás sería capaz de abandonarme, no como hizo yo hace ya años. Pero algo me atormenta bajo esta terrible nevada de invierno, y es que el remordimiento y la culpa se han hecho dueñas de mi mente, y no me dejan conciliar el sueño.

Aún así, no quiero separarme de él.

¿Por qué no puede amarme si yo le amo a él?

mil y una mariposas. | kookminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora