mil y una mariposas. | kookmin

93. jm

Creí que el amor era una brisa cálida que envolvía tu cuerpo cuando el frío intentaba apoderarse de ti. Creí que se trataba de unas manos amables que envolvían tu corazón frágil cuando éste estaba a punto de romperse, para así otorgarle la fuerza necesaria para seguir latiendo.

-Jimin. -Pronuncia mi nombre con una pizca de ilusión en su tono de voz- ¿A dónde te gustaría viajar?

Llegué a pensar que el amor era gentil, tanto que llegaba a emanar una cierta paz que poseía tu cuerpo y no le dejaría marchar. Pensé que se asemejaba a esa tranquilidad que se respira tras una gran tempestad, y que jamás se tornaría en un fuego que pudiera quemarme.

-A mí me gustaría visitar Tokyo. -Confiesa lleno de esperanza- ¿Qué te parece?

Incluso llegué a creer ciegamente que no debíamos temer al amor, y que podría llegar a ser algo maravilloso.

-¿Jimin?

Pero ahora que, sentado frente a la ventana, contemplo el paisaje blanco y los copos de nieve abalanzarse sobre el suelo, ya no estoy tan seguro.

Pues desde el día en que decidí tomar su mano, un vacío dentro de mí se ha apoderado de mi cuerpo y mis fuerzas flaquean. Mis labios tiemblan y mis pies son incapaces de seguir hacia delante, mientras mi mente sigue atrapada en el pasado.

El amor es aterrador.

-Te dejaré solo por ahora. -Dice ya saliendo por la puerta de la habitación- Volveré más tarde.

No hay nada maravilloso en aquello a lo que llaman enamorarse.

Y mientras una grieta se abre bajo mi cuerpo y millones de demonios salen del agujero en mi pecho para posarse sobre mi hombro, deseo poder huir del amor.