Estoy enamorado.
Cuando se pone esa camiseta blanca que tanto parece gustarle de forma casual así como hace siempre, y después pasa veloz una de sus manos por su pelo azabache, de repente, soy asaltado por la certeza de que me he enamorado completa y desesperadamente. Cuando gira su cabeza lo suficiente para que pueda ver esa sonrisa que grita adiós, mis labios tiemblan con un par de palabras tambaleándose en la ventana que es mi boca.
Estoy enamorado.
Y sabía, cielos, sabía que me abalanzaba sobre ese acantilado peligroso al que llaman amor, y puedo asegurar que mis manos asustadas sabían que quemaría mi pecho como si atravesara mil fuegos. Y lo sé, sé que él se está marchando ahora porque, mientras me enamoro de él, él espera entre suspiros y un millón de ruegos la llegada de otra persona. Así que debería simplemente observar su figura desvanecerse en la oscuridad del pasillo, debería cerrar mis párpados agotados y dejar que lleve mi corazón consigo, sin desear rozar el suyo a cambio. Sí, debería. Pero no puedo.
-Quédate.
Porque estoy enamorado.
Y he aprendido que cuando eres atrapado por ese alocado amor que todos anhelamos hallar, una esperanza sin sentido posee tu alma y te invita a creer que aquello que tanto deseas podría suceder. Una diminuta luz en los recovecos vacíos dentro de ti donde el amor comienza a reinar, te susurra que algún día él al fin...
-Vale.
...se quedará.
Al sentir su piel contra la mía de nuevo, la paz llama a las puertas de mi mente. La tormenta que lidera en el desastre que atesoro dentro de mí, se ha calmado al sentir el tacto de sus fríos dedos. Mi pasado parece haber sucumbido a la derrota, cansado de perseguirme, parece estar alejándose por ahora, y suspiro embargado por un inmenso alivio al sostenerle entre mis brazos mientras él, con una leve sonrisa dibujada en su tez morena, posa su cabeza sobre mi pecho para, así, escuchar atentamente el latido de mi corazón, el cual intenta componer una melodía solo para él.
-Jimin.
-¿Sí? -Comienza a trazar el contorno de pequeños círculos sobre mi cuerpo.
-Quedémonos así. -Pido en un susurro.
Su mirada confusa encuentra mis ojos llenos de ilusión y temor, queriendo observar su silueta por una eternidad y, sin embargo, siendo vencidos por la cruel realidad.
-¿Cuánto tiempo? -Pregunta en un hilo de voz, invitándome a pensar que siente intriga y desea conocer cada uno de mis pensamientos.
-Para siempre.
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mil y una mariposas. | kookmin
Fanfiction❝-Quedémonos así.❞ ❝-¿Cuánto tiempo?❞ ❝-Para siempre.❞ All Rights Reserved. ©oihoney