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El día del festejo amaneció con una luz diferente. El sol brilló radiante para regocijo de los encargados de los adornos florales dispuestos en el jardín.
Llegaron los invitados más rezagados, entre ellos, los señores de los Galadrim, además de Elrond y sus hijos. Y con las últimas llegadas todo se alistó para la pronta ceremonia que tendría lugar durante el crepúsculo, y que sería orquestada por Gandalf.
La zona elegida para dicho evento resultó ser el desnivel que a Érewyn y a Rissien tanto les gustaba frecuentar para sus paseos o simplemente para distraerse leyendo un libro al abrigo del sauce que había en su centro, sobretodo el denso libro de historia Sindar de Lindon que llevaba en poder de Érewyn cuatro meses ya y del que aún no había llegado al final.
Y, acerca de distracciones, aquella mañana no fue posible para Érewyn distraerse con nada. Todo debía estar atado y bien atado: detalles ceremoniales y protocolo de la posterior fiesta, últimos ajustes del vestido, calzado, complementos... Y tal ajetreo, además de la presencia de multitud de elfas que la asistían, fue constante no sólo en la alcoba de Érewyn: el ala de huéspedes al completo que ocupaban ella y su familia era un hervor continuo de elfos que iban y venían portando telas, hilos, agujas, algunos, y explicando los entresijos del protocolo de una boda Sindar, otros. Y entre ellos rugía la voz de Éomer, entonaba canciones hermosamente la de Rissien, y reía nerviosa, la de Éowyn.
A Érewyn no le daba apenas para expresarse, tan sólo decía que sí a todo, ya fuera tema de atuendo o de protocolo, y sentía que en cualquier momento le iba a estallar la cabeza.
Tenía una mezcla extraña de sensaciones: pánico y ansiedad a la vez, por la inminencia del momento. "Son los nervios", "todo va a ir bien", "ese elfo no tendrá fuerza ni para abrir la boca cuando te vea", eran algunas de las muchas frases de aliento que Érewyn recibió por parte de su familia y que oyó como un eco lejano durante la sucesión de preparativos del día.
Pasado el mediodía y antes del almuerzo, que Érewyn fue incapaz de ingerir por el nerviosismo convertido en pelota y acomodado en la boca de su estómago, se hallaba bañada, perfumada y lista para que su séquito de damas asistentes comenzaran con la preparación de su piel y su cabello.
"No se trata sólo del aspecto, la suavidad de vuestra piel debe ser irresistible. Aunque ya lo es de forma natural." Ese fue el atrevido comentario que le dedicó, entre risitas, una de las elfas para tratar de distraer a la joven rohir. Y esa frase, lejos de calmar su estado de ánimo, arrancó un sonrojo tan subido de tono en la tez de Érewyn, que la elfa que se hallaba aplicando un polvo extraño en sus pómulos entró en pánico durante un instante creyendo que había cometido un error garrafal.
Tacto irresistible. Con esas dos palabras la magnitud de lo que venía después de la ceremonia cayó sobre la cabeza de Érewyn como una losa y su corazón se desbocó. Necesitó agua, comenzó a sudar y llamó a Éowyn a gritos. Entre todas las damas presentes ninguna sabía qué hacer para calmar el súbito ataque de pánico de la joven, ¡y el calor!, pero finalmente fue Rissien, haciendo una de sus acostumbradas y no autorizadas entradas en la alcoba de su prima, quien la calmó cantando algo extraño y pegadizo en "rissienin".
La estúpida canción de su primo logró el efecto deseado y Érewyn centró su cabeza en aquella tonada y en sus palabras sin sentido, mientras trenzaban su cabello con hilo plateado y cuidándose muy mucho de volver a comentar algo parecido.
El atardecer llegó antes de lo que Érewyn estaba preparada para asumir, y pronto, su alcoba fue vaciándose de gente. Tremendamente agradecida y sobrepasada por el momento tan cercano ya, la rohir se despidió breve y tímidamente de cada una de las elfas que la habían ayudado. Debían prepararse ellas también para la ceremonia. El Rey Thranduil había invitado a todos.
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La Luz de Edoras (El Señor De Los Anillos - Legolas)
Fanfic(Legolas x OC) Todo el mundo tiene derecho a escoger su propio destino. Érewyn es la hermana menor de Éowyn y Éomer, y es un auténtico espíritu de la llanura de Rohan, con muchas ambiciones y un pasado misterioso por descubrir. El azar y la guerra c...