12

25.7K 1.8K 2.1K
                                    


Peter lo había intentado, llevaba días sin descansar buscando y tratando de rastrear al hombre de hierro, pero era totalmente imposible para él.

Mientras, Carey ya había avanzado muchísimo con el traje. Se había caído miles de veces e incluso las armas que contenía su armadura no funcionaban, pero ahora tras varios cambios y mejorías ya se había acostumbrado a él y funcionaba tan bien como el de su padre.

Había salido de la armadura cuando oyó a alguien acercarse al taller, alzó una ceja al ver al joven Peter Parker entrar agobiado a la habitación.

—Llevas muchísimo tiempo en el taller, deberías de salir de ese traje y descansar algo. —le aconsejó mirándola.— y por favor, ayúdame con la búsqueda, no puedo solo.

—No he estado tanto tiempo en el taller, estuve como una hora probando la armadura fuera, además, estoy haciendo mejorías, no puedo descansar. —se excusó.— ¿No quieres llegar y vencer sin complicaciones?

—No es eso, es que has faltado a clases y todos están preocupados. Deberías de dejar la armadura un rato. —Sugirió Peter esperando que Carey se tomara bien su consejo.—

-Y tú deberías dejar de juzgar mi trabajo. Tú tienes súper poderes, yo no tengo nada, debo construirme una ventaja para enfrentarme a lo que sea que tiene capturado a mi padre. No puedo simplemente descansar y dejarlo estar.

Carey y Peter iniciaron una nueva discusión y, mientras tanto en esa misma habitación, Steve se encontraba oculto dentro de un armario del taller.

Se tapó el rostro con frustración escuchando una de las miles discusiones de la Stark con el hombre araña. Quería salir de ahí pero había acabado encerrado dentro de ese armario por un plan fallido, y no había indicios de que pudiese salir sin que los jóvenes lo descubriesen.

Los Vengadores les habían dejado días trabajando solos para ver si encontraban al hombre de hierro por si mismos, pero tal y como todos se temían, no habían conseguido más que un super traje igual que el de Iron Man y miles de discusiones de por medio. Ante la situación, Natasha y Bruce se encargaron de rastrear a Stark y cuando lo tuvieron, le dejaron la tarea al capitán de dejar la ubicación en el ordenador del taller para hacerles creer que lo habían encontrado ellos. Justo cuando Steve se encontraba terminando su tarea; volvieron los dos jovenes, por eso se encontraba escondido en uno de los tantos armarios de Tony.

—Te debería de haber mordido un perro sabueso, serías mucho más útil. —bromeó la Stark, zanjando la discusión con el chico y comenzando a reír. Ambos se encontraban algo inestables por causa del estrés.—

—¿Perdón? —preguntó el chico sorprendido, riendo también junto con ella.—

—Te picó una araña y eres una araña prácticamente. Si te hubiese mordido un perro sabueso ya lo tendríamos todo listo.  Solo tendrías que olisquear. —le explicó riéndose, mientras esquivaba un pedazo de cinta que le tiraba Peter a modo de protesta.—

Steve suspiró, no se encontraba cómodo dónde estaba oculto y la conversación de los jóvenes se veía que iba para largo.

—No soy una araña, soy un chico... Un chico que es un héroe. —Trató de defender su honor intentando no reírse.—

—Encontrar bicicletas robadas y ayudar a cruzar a ancianas no es muy de súper héroe de tu parte.  —contestó Carey, batallando para poder hablar entre las risas.—

-¡Igual si tal inservible soy deberías de hacerlo todo tú sola! Doña hija de Tony Stark todo poderosa. —tomó asiento, cruzándose de brazos.—

—No te pongas así, era solo una broma. —dijo la Stark, parando de reír y acercándose a el chico para besar su mejilla. Este ante el contacto se sonrojó violentamente.—

La Stark Donde viven las historias. Descúbrelo ahora