La Stark

73

La preocupación estaba presente en todos, aunque especialmente en Peter y Carey que sabían quienes estaban implicados y aún debatían sobre si dirían algo o no.

—No podemos decir nada, mi padre se daría cuenta. Tomaste la foto de una prueba sin permiso. —opinó Carey.

—Pero debemos decirle. —insistió Peter.— imagina de lo que es capaz Mikel si ha podido entrar al complejo sin que lo noten.

Alan decidió quedarse callado. Sabía perfectamente que esas notas las había traído él, pero no se delataría porque cuando las había traído aún colaboraba con su familia. Aunque a decir verdad, desconocía el motivo de porqué no salía en las cámaras de seguridad colocando las notas. Pensó que el hombre extraño que era capaz de controlar las mentes tenía algo que ver, pero algo le había hecho a Alan que era incapaz de verbalizar lo que quería decir cuando se trataba de Joel Murphy. Pensó que era evidente que le había hecho algún control mental para no poder hablar de él, aunque claro, no podía decirlo en voz alta.

—Mikel es incapaz de hacer eso, menos de hacernos daño de esta forma. —le defendió Carey.

—Literalmente te secuestró. —le recordó Peter.— ese hombre siempre ha tenido actitudes extrañas contigo, es como que coquetea todo el rato y hace cosas muy raras. Creo que el culpable de todo es él.

—No empieces, eso son solo celos. —se quejó la Stark.— Mikel es un niño, no sería capaz de esto. Tan solo será una casualidad o coincidencia. Deja tus celos.

—No siento celos de Mikel. Tampoco entiendo por qué lo defiendes tanto.

—Carey y Mikel se quieren. —objetó Alan.— desde niños... Al igual que yo quiero Carey y ella a mi, se llama amistad y esas cosas de personas normales... —murmuró.

—Me da a mi que lo de Mikel no es amistad. —volvió a opinar Peter.

Carey no contestó, una mirada le bastó a Peter para no insistir en el tema.

—Hablando de celos... Hace mucho que no te veo con Bucky. —dijo Peter cambiando de tema a uno que le interesaba más.— no es que me moleste, al revés, pero... Ni si quiera les he visto mirarse o saludarse. ¿Pasó algo?

—Impactante el cambio de tema y el sin sentido de esto pero amo el chisme, aquí me quedo. —dijo Alan casi como felicitando a Peter.—

Carey se quedó en silencio, mientras un recuerdo agridulce le venía a la mente. Fue la noche en la que la salvaron de su secuestro, recordaba cómo tras una corta conversación Bucky le había dado quizás uno de los mejores besos que había probado en su vida. Peter la había decepcionado tanto y le había dado tantos motivos para desencantarse que le había sido inevitable sentir algo por Bucky, y por ese motivo, mantenía las distancias. Estaba mal, era muy incorrecto y sobretodo imposible. Creía que si se alejaba, dejaría de sentir algo por él.

—Mi amor. —dijo Peter llamando la atención de la chica que se había quedado hundida en sus pensamientos quizás más tiempo del determinado.— ey, escúchame, ¿pasó algo con Bucky?

—Ojalá. —dijo Alan con emoción, y tras una mala mirada de Peter, suspiró.— no puedes ser tan amargado, Peter, de verdad.

Carey los miró y sonrió de forma nerviosa, se convencía a sí misma de que su relación con Peter era la mejor y que era muy afortunada de lo que tenía. Decirle lo pasó sería entrar en otro problema que no les convenía, y este sería un problema muy grande.

—No, tranquilo. —murmuró ella mientras negaba.— solo que... Pienso que le di demasiada importancia a la amistad con él, y debería disculparme por eso. —se acercó al chico, poniendo sus brazos al rededor de su cuello.— lo siento cariño, pero era por la ilusión de conocer al mítico Bucky Barnes, Steve lo lleva nombrando desde que tengo uso de razón y me daba mucha curiosidad. Siento haberte ignorado todo estos días.