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El abogado se las había arreglado para hacerle sentir lástima a todo el equipo. No paraba de lloriquear y de fingir una respiración irregular. Todos se sentían bastante mal por él y además impotentes por no poder hacer nada más por él.

Durante el camino de vuelta a casa él había sido el centro de atención, era el protagonista. Cuando llegaron al complejo Lucas fue directo a su habitación, aún siendo el centro de las miradas y con lágrimas en sus ojos. Pidió que por favor le dejasen unas horas en paz, horas que le servirían para terminar de concretar su retorcido plan.

Así era, a Lucas no le afectó casi nada el regalo de cumpleaños que sus queridos acosadores habían hecho. Básicamente porque se quería tantísimo a sí mismo que sabía que él no había asesinado a sus padres, él jamás haría eso porque los amaba y además porque él era perfecto. Todas esas barbaridades habían sido obra de Hydra, no de él. Eso era lo que más claro tenía, a diferencia de Lucas, Bucky era más débil emocionalmente. Además esas imágenes parecían bastante falsas, como la sangre. No le dio más que curiosidad y gracia, pero miedo o tristeza desde luego que no.

Todos sus llantos lastimeros, sus supuestos ataques de ansiedad, sus miradas perdidas y suspiros reiterados... Todo pura actuación, era su táctica para despistar al resto. Quería hacerle creer a quien le acosaba que había acabado con él y que por siguiente estaba fuera de juego, cosa que no era así ni por asomo.

Se quitó las lágrimas con una expresión seria y se miró en el espejo para terminar de "arreglar" su rostro.

—Hace falta mucho más que dos fotos y cuatro frases escritas con sangre falsa para acabar con Lucas Murphy. —susurró con cierta gracia y terminó de arreglar su cabello para luego sonreírle a su reflejo.— denme dos minutos para pensar en soledad y tendré el nombre de todos. —dijo esta vez observando su habitación, en busca del IPad que Bucky había dejado por allí hacía unas semanas. Pasaría la noche investigando para tener todos los nombres del grupo de acosadores.

Mientras, en la habitación de Carey, estaban Peter y Alan, que había sido "liberado" y podía pasar tiempo con ellos dos ya que Tony no consideraba a Alan ningún peligro, no después de darse cuenta de que su inteligencia brillaba por su ausencia.

—Maldito lazo inservible. —se quejó Peter tratando de quitarse la pajarita del traje, odiaba vestirse de una manera tan elegante y más si había sido por nada, ya que el plan no se llegó a realizar.

—Yo te ayudo. —ofreció Alan.— quisiera verte tratando de ponerte una corbata.

Peter lo miró mal y terminó arrancándose la pajarita que tanto le estaba desquiciando. Odiaba tanto a Alan que Bucky a su lado era su mejor amigo.

—Yo quisiera verte haciendo una ecuación. —murmuró desabotonando su camiseta y observando hacia la puerta de salida que estaba abierta, buscando con su mirada a Carey.

—A veces las hago. Mal, pero las hago. —contestó riendo.— ¿por qué todos hacen insinuaciones de que no soy listo? Tan estúpido no seré si sé quién es el que escribe las notitas que traumatizaron al abogado/cantante que nos llevó a Francia. Y sí, ya sé que se llama Francia ese país.

Alan se levantó de donde estaba sentado e indignado caminó hacia la puerta de salida. Peter quería estar a solas con su novia cuando llegase, pero más le interesaba saber quién quería matarla por lo que a su pesar paró a Alan para que no se fuese.

—Anderson, espera. No te vayas. —dijo Peter antes de que abandonara la habitación

—Si quieres que me quede dame una buena razón cariño. —dijo el chico guiñándole un ojo mientras se apoyaba en el marco de la puerta.

Peter lo miró incómodo mientras se planteaba seriamente si Alan a veces flirteaba con él. Alan, por otro lado, disfrutaba de hacer sentir incómodo a Peter. Parker era fuerte y ágil pero muy manipulable, y aunque Alan era bastante despistado, también era un manipulador innato. Le venía de familia.

—Alan, dime quién escribe las notas. —dijo Peter aún incómodo con la situación.

—Peter, tienes la camisa abierta, no tienes mal físico. —contestó siguiendo con su pequeña tortura hacia el novio de su hermana.

Peter se tapó enseguida y buscó con su mirada a
Carey, esperando que viniera ya de donde quiera que se hubiese metido.

—Relájate. —añadió comenzando a reír.— solo bromeaba, no eres mi tipo. Además yo aspiro a hombres más como Steve, o Bucky... O los dos a la vez, ¿por qué no? yo sería como una diosa de belleza etérea e inalcanzable con mis dos maridos a la altura de mi perfección. —suspiró con una sonrisa.— Steve es el verdadero y gran triunfo para el colectivo.

—¿Puedes responderm...

—Y Bucky está soltero. —añadió pensativo.— qué bueno está, no se quién sea el que se vaya a comer eso pero que comparta, porque Dios mío cómo está...

—Alan, en tus mundos de luz y color me pierdo. —fue lo único que contestó Peter mientras suspiraba.

El sonido de unos pasos atrás de su cuerpo hicieron que Peter se girara inmediatamente, era Carey que había vuelto a la habitación.

—No vuelvas a intentar quitarme el novio Alan, primer aviso. —bromeó la chica mientras besaba cortamente los labios de su novio.

—Si hubieras venido antes hubieras escuchado que el que quiero es Bucky, no Peter.

—¿Dónde estuviste todo este tiempo? Alan es odioso.

—Cariño, soy odioso pero no sordo. —contestó Alan comenzando a molestarse.— si te trato bien, ¡trátame igual!

—Si no nos quieres decir el nombre de quién, según tú, escribe las notas, estorbas aquí. —le dijo Peter al  que ahora fingía estar extremadamente ofendido.

—Perdone usted señor Parker pero que se quiera acostar con mi hermana no le da derecho a echarme de la habitación como si fuese un estorbo. —contestó Alan entrecerrando los ojos mientras se cruzaba de brazos.

Se hizo un pequeño silencio entre los tres. Alan había admitido sin querer que Carey era su hermana y eso no había pasado desapercibido para Peter.

—¿Tu... qué? —murmuró Peter.— ¿hermana? ¿dónde?, ¿cuándo ?, ¿cómo?, ¿por qué?

Alan miró a Carey que ahora parecía estar tan sorprendida como Peter. Empezaba a creer que a lo mejor si que debía comenzar a pensar más antes de decir nada.

—No todo en esta vida es literal. No me refiero a que sea mi hermana, eres dramático hasta para eso. —mintió Alan mientras reía ligeramente.— es que como es mi mejor amiga es como mi hermana, tú cómo no tienes amigos no lo entiendes.

Peter sabía que mentía, pero ahora prefería hacer como que se creía aquella mentira, más adelante hablaría a solas con el chico para aclarar todo eso pero ahora le interesaba más el tema de las notas.

—Sí, disculpa Alan. —dijo Peter por primera vez en su vida mintiendo bien.— estoy un poco paranoico.

—Saben, realmente me lo llegué a creer. —murmuró Carey y rió ligeramente.— sería una locura, no podría con tanto drama.

Alan y Peter se miraron de una manera cómplice, parecía que llegaban a un acuerdo mental mediante miradas. Ninguno le diría nada a Carey, pero desde luego hablarían a solas sobre aquello.

—Bueno, cambiemos de tema. No hagamos una montaña de un grano de arena. —se apresuró a decir Peter antes de que Carey se plantease esa idea como una posibilidad.— ¿qué sabes acerca de las notas?

Alan sacó de su bolsillo dos de estas, enseñándoselas a ambos.

—Miren, le tomé una foto a dos post-it antes de que se los quedara Tony. Fíjense, son distintas letras. —señaló ambos papeles de colores.— esta es la letra de mi hermano, la reconocería en cualquier parte.

—Entonces tu hermano es uno de ellos. —murmuró Peter mirando detenidamente el papel.— bien, ¿el otro?

—La verdad, no lo sé. Igual es una letra muy genérica, ojalá poder decir más... Había otro hombre con ellos, era guapo también.

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