La Stark

59

Peter con un pequeño puchero había conseguido disipar todo el enfado que había en su novia, aunque ella insistía en que tendría que hablar con Bucky cuando las cosas se calmaran.

Esperaban ansiosos la llegada de May Parker al recinto, según Tony llegaría en unas horas por lo que peter no se "prepararía" hasta la tarde noche de ese día que era cuando supuestamente llegaba.

—Peter, ¿has visto a Tony? Hace veinte minutos que lo busco, vamos a llegar tarde. —murmuró Steve mirando su reloj de muñeca mientras esperaba una respuesta del joven.—

—No, señor Rogers. Pero puedo ayudarle a buscarlo. —propuso Peter, recibiendo un leve asentimiento de cabeza por parte de Steve.— ¿puedo preguntarle a dónde llegan tarde? —dijo el chico con cierta curiosidad, ahora que no entrenaba y que su novia se la pasaba con Wanda se aburría bastante.—

—Hemos quedado con una chica para ir a ver el lugar donde será la ceremonia, pero al parecer Tony perdió interés en la boda porque se desapareció. —contestó Steve algo molesto.—

—No se enfade, seguro está haciendo algo importante. —dijo Peter tratando de convencer al Capitán de que Stark no perdía ningún interés.—

Doblaron una esquina para llegar al recibidor, por alguna razón que Peter desconocía Steve estaba convencido de que Tony estaría allí, al lado de la puerta de salida. Y sí, tenía toda la razón. Allí estaba Tony junto con Lucas, los dos vestidos de una manera bastante extraña. Ya era raro ver a Lucas sin corbata, pero más extraño era ver a ambos hombres vestidos de gabardina y con guantes, parecían estar disfrazados de espías o detectives.

–¿A dónde pretendes irte? —preguntó Steve con voz neutral mientras se cruzaba de brazos.—

—Tengo que ir a hacer algo importante, volveré en unas horas. —habló Tony mientras abría la puerta principal, dispuesto a irse. No se acordaba ni lo más mínimo de cierta boda que se celebraba en cuatro semanas.—

—¿Perdón? —dijo Steve ofendido y se acercó para cerrar la puerta con un golpe para nada discreto.— no creo que sea más importante que nuestra boda, habíamos quedado en ir hoy a mirar el lugar.

—Claro que no, FRIDAY me lo hubiera dicho. —contestó confundido Tony, seguía sin acordarse.— ¡FRIDAY! —gritó mirando al aire.— ¿qué tengo que hacer hoy? —preguntó esperando pacientemente que su sistema operativo contestara.—

—Tenía usted una cita con el señor Rogers a las cuatro y media de la tarde, señor.

—... ¿Y qué hora es? —preguntó bajando la mirada para evitar mirar a su prometido, que no lucía para nada contento.—

—Las cinco en punto señor.

Tony alzó la vista y observó a Steve, que parecía querer matarlo. No quería discutir con él y mucho menos ahora que quedaba tan poco para la boda, pero tampoco podía ir ese día a ver el lugar de la ceremonia, por lo que sin poder evitarlo sabía que terminaría discutiendo.

—Steve, yo... No puedo ir. Tengo que hacer algo importante. —dijo Stark con la voz más calmada que pudo.—

—¿Más importante que nuestra boda? —contestó rápidamente Steve, no tenía intención alguna de calmar su enfado.— bien, vale, todo es más importante que nuestra boda siempre. Vete a jugar a los detectives con tu amigo, ya me ocupo yo.

—Espera, no te vayas enfadado, podemos ir mañana. —dijo Tony mientras miraba a su prometido con una leve mueca.— y además, lo que vamos a hacer Lucas y yo es importante, tratamos de averiguar cómo... —Steve le interrumpió.—