La Stark

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—Peter dime que es mentira.

—Es mentira. —repitió no muy convencido.— quiero decir que no sabemos nada, ella dice que no lo cree así que no estará embarazada.

Bucky frunció el ceño y miró a Lucas, que ahora parecía estar demasiado preocupado. Peter no entendía la gravedad del asunto pues desde su inocencia creía que Lucas le había sido sincero cuando le había dicho que jamás se había acostado con Wanda.

—No creo que esté embarazada, no se ha acostado con Wanda y no hay ningún otro chico aquí que sí. —intentó calmar el ambiente Peter al ver la mirada acusadora de Bucky.— no me mires así Buck, ellos dos jamás han...

Bucky carraspeó con incomodidad, asintiendo exageradamente. Solo con ver la cara de Lucas era más que evidente que sí que había pasado, pero Peter quería seguir pensando que su amigo le había sido sincero.

—Si ellos dos no se han acostado Carey y tú tampoco. —comentó Bucky apartando la mirada para evitar seguir viendo la cara de Lucas.

—Me da igual qué opines de mi vida. —le dijo a Bucky, que parecía querer reír.— y contigo estoy enfadado. ¿Cómo pudiste mentirme así?

—¿Quieres dejar de robarme protagonismo? Soy yo el que va a ser padre. —casi gritó Lucas con histeria.— ¡y perdón por no comentarte nada de mi vida sexual! Yo no te comento nada de la tuya. —tomó aire en busca de calmarse.— necesito ver a Wanda.

Iba directo hacia la puerta de la habitación hasta que Bucky y Peter se levantaron para parar su paso. Lucas estuvo a punto de cometer el mayor error que hubiese sido capaz de cometer en ese momento.

—Quieto ahí rubio. Te noto demasiado decidido. —opinó Peter empujando con suavidad a Lucas hacia atrás.— si vas a hablar con Wanda no esperes que te reciba con una sonrisa, primero harás que le de un infarto del terror y luego te matará por mentiroso manipulador.

Lucas frunció el ceño, de todo lo que había dicho Peter sólo se quedó con los dos últimos insultos.

—No soy mentiroso. Yo digo la verdad hasta cuando miento. —apartó de su lado a Peter y Bucky de un empujón y se acomodó bien la ropa.— soy abogado, puedo hacerle creer a todo el mundo que dos mas dos es igual a cinco si es que eso me beneficia. Necesito volver ya de la muerte, mi novia me necesita, me da igual cuál sea su primera impresión, no va a creer que está embarazada y yo no estar ahí con ella.

—Lo dicho, te noto demasiado decidido. —repitió Peter.— Lucas, despierta de esa fantasía en la que vives, tienes un plan muy complejo, no puedes echarlo todo a perder por un embarazo no confirmado y que ni siquiera tiene posibilidades de que exista. No puedes volver así como así, céntrate.

—El problema es que sí hay posibilidades de que exista. —intervino Bucky.— Dios mío Lucas, todos tus veintinueve años siendo un mujeriego empedernido y te pasa esto ahora... Qué señal más extraña del universo.

—¿Veintinueve? —preguntó Peter con curiosidad.— no sabía que habías cumplido años, felicidades.

—¿Nos centramos? —preguntó molesto Lucas.

—Bueno, ¿qué decías? —carraspeó un poco Bucky, dándole turno de palabra a Lucas.

—Mi plan se acaba aquí. Necesito estar con mi novia ya, me necesita. No puede estar afrontando esto ella sola. Es lo único que diré. —Peter fue a protestar pero Lucas alzó la mano y se la puso sobre su boca, para que no pudiera hablar.— recibirán noticias mías dentro de poco.

—¿Qué piensas hacer? —preguntó Bucky con un poco de desconfianza.

—Mi plan era volver cuando hubiese un problema, así que como no hay problemas, los crearé yo mismo.