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Al día siguiente, Carey y Peter estaban algo nerviosos. Era su primer día en la nueva escuela y tenían muchos sentimientos encontrados.

A Peter no hacía falta preguntarle para saber que estaba muy descontento con el cambio. Quería volver con MJ y Ned y quitarse ese ridículo uniforme. No quería estar solo en ese enorme lugar, no llevaba demasiado bien el sentirse solo.

Lucas, por otro lado, estaba entusiasmado por su primer día de trabajo y ya desde primera hora de la mañana él y Jerome tenían una energía inagotable.

—Bonjour, petite araignée! dijo con entusiasmo Lucas mientras entraba en la habitación de Peter sin ninguna cautela en su acción. Los meses en Francia le habían pasado factura y se le escapaba el francés.— despiértate ya, tengo a Jerome haciendo un desayuno francés para que empieces esta maravillosa etapa con energía.

—No quiero ir. —se quejó Peter removiéndose en la cama para darle la espalda.— vete, iré mañana.

Se volvió a acomodar para seguir durmiendo pero empezó a notar como se elevaba en el aire, lo que hizo que soltara un grito de terror.

—¡Lucas bájame! —gritó Peter removiéndose, haciendo que el hombre rodara los ojos.

—Si no te mueves, te moveré yo. —advirtió dejándolo con cuidado en el suelo.— en media hora te quiero en la cocina desayunando, si necesitas ayuda con la corbata me avisas.

—Pero...

—¿Es que no te das cuenta de que no es una opción sino una orden? —preguntó con un tono de voz más duro.— con el uniforme y preparado en media hora, venga.

Terminó de emitir su orden y volvió a donde estaba su hermano, que terminaba de decorar y preparar la mesa con una sonrisa.

Estaban con él Tony y Steve, ambos hombres como siempre a esa hora ya perfectamente preparados y despiertos. Steve hablaba con Jerome con tranquilidad y Tony esperaba paciente a que su hija bajase, le hacía ilusión verla con su nuevo uniforme.

—¿Y cómo se llama esto? —preguntó con curiosidad Steve, observando la mesa con detenimiento.

—Al conjunto de dulces por general se le denominan viennoiseries. —le explicó Jerome sentándose en frente del capitán, mirándolo aún con la misma ilusión del primer día; seguía siendo su ídolo.— pero a eso en particular le llamamos pains au chocolat.

Lucas rodó los ojos, ajustando su corbata para luego sentarse junto con Tony y Steve. Su huelga de dejar de usar corbatas había terminado porque pese a que Peter le había dicho que se la quitara para ser perfecto, él no se sentía ni cómodo ni tan guapo como se habría sentido otras veces.

—El niño estuvo a punto de llevarme la contraria. —le dijo Lucas a Tony y este asintió con resignación.

—¿A mí me lo vienes a decir? Estoy harto de las conductas adolescentes. —exclamó Tony con cansancio tomando algo de café.— y verás cuando tu hijo llegue a la adolescencia, te acordarás de mi.

A la escena se sumaron Carey y Wanda, que bajaban hablando entre ellas. La Stark ya tenía su uniforme puesto y aparentemente se la veía tranquila para su primer día. Wanda por su parte traía una camiseta holgada y unos pantalones cómodos por el embarazo.

El que llegó medio minuto después fue Peter, también con su uniforme pero sin corbata, esta la llevaba en la mano.

—Buenos días. —dijo Peter tomando asiento junto con Jerome.

Bonjour Pierre. —dijo con una sonrisa Jerome, pasándole una taza de café.— toma, te noto dormido.

Lucas miró su reloj de muñeca y se levantó de la silla como un resorte, llegaba bastante tarde a su primer día de trabajo. Olvidando momentáneamente su prisa, se dio cuenta de que Peter estaba a punto de beber café y se acercó, quitándole la taza.

La Stark Donde viven las historias. Descúbrelo ahora