41

8.5K 681 525
                                    

Horas pasaron antes de que Tony y Steve estuvieran de regreso, Bucky se había negado a salir de la habitación de Lucas hasta que este entendiera la diferencia entre "me gusta como me trata" y "me gustaría casarme con ella" pero como era de esperarse no logró totalmente nada. Incluso se llegó a dormir sentado en el suelo mientras intentaba que Lucas entrara en razón, pero es que era evidente que el rubio no le iba a creer pues eso que decía él no se parecía en nada a lo que pensaba realmente. Lucas, al ver que Bucky se había quedado dormido, se  tomó la molestia de ponerle una manta sobre su cuerpo y lo dejó ahí durmiendo. Francamente la primera vez que se dormía sin problema desde que lo conocía.

Salió de su habitación y caminó hacia la sala principal donde allí estaba la gran "familia"; Peter Parker, Steve Rogers, Tony y Carey Stark. Los miró en silencio y se sentó no muy lejos de ellos, observando detenidamente a cada uno. Stark estaba igual que siempre, a excepción de un anillo que tenía en su dedo anular, justo el anillo que le faltaba el día que Lucas y él se conocieron. Por otro lado estaba el chico, Peter, este nada nuevo tenía, tan solo se mantenía en silencio escuchando lo que Tony decía. Debe ser el único que le preste atención. Pensó Lucas. Centró su mirada en Carey, estaba como siempre, Lucas trataba de averiguar el porqué su amigo estaba tan encantado con ella, pero ninguna respuesta obtuvo pues él la veía como una niña normal y corriente, sin nada especial.

El que más le llamaba la atención era Steve, tenía varios detalles que era mejor no pasarlos por alto. Para empezar, él llevaba su anillo puesto al igual que Tony, aunque eso no era lo que más resaltaba. Él estaba vestido con su "uniforme" de Capitán América, aunque no al completo, solo de cintura para abajo porque de cintura hacia arriba tenía una camiseta de manga larga de color azul oscuro. Hubiese echo más deducciones pero Tony al verlo allí parado y en silencio lo llamó.

—Lucas. —dijo mirándolo con una pequeña sonrisa.— qué bien que llegaste, justo iba a ir por ti.

El nombrado frunció ligeramente el ceño, algo le decía que tenía que ver con Steve y su ridícula vestimenta del Capitán América.

—¿Por qué ibas a ir a por mi? —preguntó cargado de curiosidad.—

Tony sin pensarlo mucho, dijo rápidamente el motivo, lo que no pensó es que Lucas se asustaría tanto, pues este según oyó el motivo puso una cara de horror verdadero.

—Tienes una misión... No te asustes, es solo de reconocimiento. —aclaró rápidamente Tony al ver la cara de miedo de Lucas.— irán tú, Steve, Peter y Bucky.

Lucas negó rápidamente y se levantó, dispuesto a irse, pero la gruesa voz del capitán lo paró.

—No es opcional. —dijo mirando a Lucas de arriba a bajo.— ve a cambiarte, en quince minutos los quiero aquí a todos.

—obedece sin rechistar, obedece sin rechistar. Puedes hacerlo —se decía a sí mismo para no estallar en cólera por el grito que le había dado Steve.

Carey tenía un sentimiento parecido al de Lucas, no quería por nada del mundo que se fueran a ninguna misión y menos con Peter, pero nada podía hacer, como había dicho Steve no era opcional y aunque lo fuese, Peter de seguro iría, estaba muy entusiasmado con la idea.

—Yo no tengo un súper traje como todos ustedes. —se cruzó de brazos Lucas mientras los miraba.— será mejor que me quede.

—Tienes tu "súper traje" en esa maleta. —dijo Tony con cierta diversión mientras señalaba una maleta que estaba al lado de una silla.— ¿tienes miedo? Tranquilo, Peter puede protegerte si eso quieres.

—Pues claro que tengo miedo del crimen a la moda que me habrás hecho como traje.

Lucas molesto por la burla de Stark se acercó a donde estaba su maleta, fingiendo valentía.

—Pero de resto... Por favor, soy perfecto, no tengo miedo a nada. —añadió indignado mientras tomaba la maleta.— ¡más te vale que no sea una vestimenta ridícula! —gritó mientras se alejaba.—

Los que estaban allí comenzaron a reírse, mirando como el hombre se iba indignado de allí. Era más que obvio que tenía miedo, pero no por luchar sino por dañar a alguien sin querer.

—¿Qué harán ustedes mientras nosotros no estemos? —preguntó Peter.—

—Shawarma. —dijeron Carey y Tony al unísono mientras chocaban los cinco.—

Peter hizo una leve mueca, Steve le dirigió una mirada severa lo que le indicaba que debía irse ya a cambiar. Tras darle un corto beso en los labios a su novia se dirigió a su habitación, ahí preparado tenía su traje.

A los pocos minutos ya estaban todos a bajo y listos para irse, Peter tenía su traje pero no la máscara puesta, Bucky, algo somnoliento, también tenía el suyo que era por lo general todo negro, eso hacía que su brazo resaltara más. Steve se había puesto ya la parte de arriba del suyo y al igual que Peter no tenía el casco puesto. Faltaba Lucas, que enfadado por tener que irse y por su ridícula vestimenta, cuando llegó no paraba de bufar y quejarse en bajito.

Lucas tenía una vestimenta bastante parecida a la de la viuda negra, parecía más bien un espía secreto. Hasta ahí todo bien, lo malo fue el divertido detalle que decidió ponerle Tony; un antifaz negro al rededor de los ojos. Todos evitaban hacer comentarios hacia la ridícula máscara, en realidad no todos, Carey y Tony estaban pensando por dónde empezar a burlarse.

—Te pareces al Zorro. Te falta el látigo. —se burló Carey dejando salir una gran carcajada.—

—¿A qué se debe esta basura de máscara? —le preguntó a Tony bastante molesto.—

—Si eres mi abogado y a la misma vez un vengador, tendremos que ocultarte la identidad. Además, el antifaz te proporcionará información y herramientas útiles justo como lo hace la máscara de Peter.

Agh, vámonos ya. —dijo Lucas entre dientes mientras daba un pisotón en el suelo.—

Entre risas y pequeñas burlas, los Stark se despidieron del grupo de hombres, que se esperaba que volvieran al día siguiente.

Ya solos y como habían dicho anteriormente, decidieron ir a comer. Por el camino hablaban de cosas triviales o cantaban las canciones favoritas de ambos que sonaban por la radio, era como cualquier viaje de carretera, nada distinto, no al menos hasta que se llegaron.

Carey según puso pie en tierra lo primero que hizo fue vomitar, cosa que asqueo tanto a su padre como a las personas de su alrededor que lo habían visto. Él tomó su cabello y la miró con una mueca, preguntándole cómo estaba.

—Creo que me mareé. —dijo ella con la misma mueca de asco que portaba su padre.— vas muy rápido. —volvió a decir, echándole la culpa a él.—

—Voy a la velocidad permitida. —le discutió Tony mientras miraba todo a su alrededor.— supongo que no te quieres quedar a comer.

—Llévame a casa. —se limitó a decir, comenzando a sentir bastante vergüenza.— me doy asco ahora mismo.

Tony que no quería irse sin su comida, la miró con algo de súplica.

—¿Podemos pedirlo para llevar?

Carey lo miró bastante mal, dándole a entender que su respuesta era tan obvia como un simple no.

—Serán dos minutos. —volvió a suplicar él, Carey no le dio respuesta, tan solo volvió al coche.—

—Vale, eso es un sí, ¿Verdad? —la miró y esta sólo le enseñó el dedo del medio como respuesta.— malditos adolescentes. —se cruzó de brazos y volvió él también a entrar, dispuesto a volver a casa—

—Ve suave, no estamos en una carrera. —le advirtió Carey mientras miraba a su padre, que parecía estar molesto con la idea de no comer shawarma.—

—No es mi culpa que te marees, doña sensible. —dijo él casi como un reproche.—

La Stark Donde viven las historias. Descúbrelo ahora