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Las prácticas con el equipo de decathlon habían terminado a la vez que las clases lo hicieron. Todos salieron con tranquilidad y se mantuvieron misteriosamente callados, incluso Carey, que había preferido no prestarle atención a Liz para así no perjudicar las prácticas de sus compañeros.

Como era de esperar salieron los cuarto juntos, En el centro MJ, a su derecha estaba Ned y a su izquierda Carey. Peter como siempre estaba a un lado de la que era su novia, disimular no era lo suyo.

—¿Harán algo con nosotros esta tarde? —propuso Michelle.— ya nunca nos vemos, y preguntaría el porqué siempre están desaparecidos pero la verdad poco me importa. —declaró con sinceridad mientras los miraba.—

—Yo no puedo, mi padre me castigó. —dijo Carey en un suave suspiro.— otro día.

Peter al notar la mirada de Michelle y de Ned hacia él se apresuró a decir el porqué él tampoco podía.

—Yo tampoco, el señor Stark me castigó a mí también. —dijo en una suave mueca.— al parecer él también tiene derecho a castigarme.

—¿Stark los castigó a los dos? —alzó una ceja y los miró divertida.— ¿les pillaron haciendo cositas? Eso sería penoso.

Ese comentario fue el desencadenante de miradas rápidas, mejillas al rojo vivo y un corto e intenso silencio incómodo.

La relación de Peter y Carey era como la de Steve y Tony; nadie decía en alto que estaban juntos pero todo el mundo lo sabía. Ambas parejas seguían los mismos patrones: no decían nada sobre si estaban juntos o no, evitaban muestras de afecto en público y creían que nadie se daba cuenta de que estaban juntos. Sin embargo, ninguno de los cuatro sabía disimular y era más que obvio lo que tenían.

—No, es solo que le rompimos una pieza de su armadura. —informó Carey aún notando el calor de sus mejillas.—

—Bien, haré como que les creo. —añadió Ned burlándose al igual que lo hacía Michelle.—

—Hagamos como que lo que dicen es verdad. —siguió Michelle.—

Perter decidió no decir nada, si decía algo lo iba a empeorar por lo que solo se quedó en silencio hasta que estuvieron fuera de la escuela. La primera en irse fue Michelle, minutos después le siguió Ned.

—Desde que te levanten el castigo me avisas. —le advirtió Ned a Peter antes de irse.— ¡Adiós chicos! —dijo en voz alta mientras se iba.—

—Igual sí que he descuidado mi amistad con él. —opinó Peter mientras miraba alejarse a Ned.—

—Tienes razón. —murmuró Carey.— pero no es nuestra culpa Peter, en cierto modo no pertenecemos a su mundo. Les irá bien... Y estaremos con ellos siempre que podamos.

Peter meditó sus palabras y no tardó en darle toda la razón a ella. No eran chicos normales y eso no cambiaría con el tiempo, debía empezar a afrontarlo. A medida que el tiempo pasase se iban a ir alejando hasta acabar aislados, justo como estaban los vengadores. Aunque en cierto modo si él no decía su identidad, no tenía porqué alejarse tanto del mundo. De momento podría sobrellevar ambos mundos separados. Aunque no por mucho.

—Mi padre dice que nos llevará él a casa. —volvió a hablar Carey mirando un mensaje en su teléfono.—

—Creo que tu padre me odia. —hizo una mueca mientras hablaba.—

—Según Steve se enfada porque nos quiere. —intentó consolarle.— y yo creo que como siempre, hay que darle la razón.

—Eso espero, no quiero que todo lo de ahora se estropee, va todo muy bien. Tu padre, Steve, May, tú... yo. —puso un brazo sobre los hombros de su novia mientras la miraba con una sonrisita.— no quiero que por una tontería de las mías todo lo nuestro se acabe.

La Stark Donde viven las historias. Descúbrelo ahora