En el camino de vuelta al complejo se habían ido durmiendo uno a uno, empezando por Alan y terminando por Carey. Lucas conducía y a su lado de copiloto iba Jerome, el cual había sido obligado a venir por su hermano menor.
¿Era eso lo correcto? Lo cierto es que Lucas no lo sabía. Había visto un ápice de veracidad y bondad en su hermano, por fin hacía algo sin segundas intenciones. Jerome quería ayudarlo y por primera vez sentía que no debía preocuparse, que su hermano mayor lo salvaría de sus pesadillas y estaría allí para protegerlo. Porque sí, ser él la figura protectora era algo que a veces agotaba su mente, en ocasiones solo quería que alguien lo abrazara y le dijera que no estaba solo y que lo protegería de cualquier mal, porque por muy adulto que Lucas fuese, él se veía como un niño indefenso al lado de su hermano.
Era duro verse rodeado de gente pero sentirse en la más agobiante soledad. Aún recordaba cuando en aquel patio de la escuela su hermano mayor lo protegía y cuidaba de cualquier comentario o abuso que pudieran hacerle sus compañeros y también recordaba el año en el que Jerome se graduó y ya no estaba con él. Algo parecido había pasado en sus vidas. Recordaba cuando su hermano lo protegía ante todo y en contra de los malos tratos de su padre, pero también recordó cuando lo dejó solo pasándose al "bando oscuro". Le era difícil olvidar la soledad de haber pasado de tener un hermano a tener un enemigo. De sentir adoración por él a sentir terror.
Sin embargo, allí estaban los dos. Juntos de nuevo alrededor de diez años después y dispuestos a todo. Jerome recuperó su amor por su hermano pequeño y Lucas... A él había que dejarle más tiempo para poder terminar de asimilar todo, aunque tardó cinco minutos en perdonarlo. ¿Cómo no hacerlo? Era su única familia.
—Jerome, deposito toda mi confianza en ti. —murmuró Lucas sin apartar la vista de la carretera, hablando con voz suplicante pues de verdad deseaba no ser traicionado. La mente de Jerome para él era legible pero también confusa, pues no dejaba de ser un humano mejorado con control sobre su propia mente.— no me hagas daño, por favor, no podría soportarlo. No de ti.
—Dominique. —contestó en tono tranquilo Jerome.— te estoy permitiendo entrar a mis pensamientos, puedes confiar en mí. De haber sabido lo de Hydra antes hubiera venido y te hubiera protegido. Lo sabes. —expresó con toda sinceridad. Cierto era que su odio por su hermano pequeño se esfumó en cuanto se alejó de su padre, pero como consecuencia se ganó la desconfianza de Lucas.— sé que lo necesitas oír y te lo diré; todo irá bien. Esta vez estoy de tu lado, no dejaré que les pase a ninguno nada malo. Tranquilo.
Lucas se tensó un poco, la sinceridad con la que hablaba su hermano hacía que un nuevo sentimiento floreciera en él: la culpabilidad. Lo había juzgado mal todos esos años, y ahora le encajaba todo.
Todos los Murphy tenían un único poder especial, a excepción de Lucas que los había heredado todos. La madre tenía el poder de la telequinesia, Jerome percibía, empatizaba y controlaba los sentimientos humanos y su padre, para su mala suerte, era quien tenía el poder del control mental.Todo tenía sentido en la mente de Lucas. Jerome siempre había sido una persona muy sentimental, había sido todo bondad y sin un mal pensamiento, o al menos eso creía recordar. Fue en la adolescencia cuando de un día pata otro se convirtió en un intento de asesino despiadado, y es que eso tenía todo el sentido del mundo. El asesino despiadado era su padre y Jerome su marioneta. Lucas se encerró en su odio y este no le permitió ver más allá de lo evidente.
—Me vas a odiar de por vida. —le comentó Lucas con tristeza mientras paraba el motor al llegar a su destino.— aunque creo que no porque recuerdo que eras incapaz de odiar a nadie...
—Nunca he odiado a nadie, no al menos por voluntad. —contestó como una mala broma Jerome, sonriéndole a su hermano.— no te odiaría, jamás odiaría a alguien.
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La Stark
FanfictionLos primeros tres meses de Carey Stark junto a su padre después de haber decidido irse a vivir con él habían sido maravillosos hasta que Tony, al prever que durante los próximos meses no iba a estar casi nunca por casa, decide pedirle a May Parker q...