La Stark

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Quién iba a decir que Peter Parker y Alan Anderson pasarían tanto tiempo juntos.

Los jóvenes llevaban prácticamente todo el día juntos. Tras la llegada de May y Tony al complejo y ahora sin ninguna preocupación por la seguridad de su tía, Peter se podía centrar más en su misión de "reconquista", aunque le resultaba bastante difícil. Por otro lado, Alan se esmeraba en aconsejar al exnovio de su hermana, pero resultaba complicada la comunicación entre ellos.

—Háblale. —insistió una vez más Alan.— mándale un mensaje, o mejor, mándale una foto que le haga reír. —estaban en la habitación de Peter jugando al ajedrez, cosa que a Alan no se le daba demasiado bien.— relájate Parker, no perdemos nada.

—Sí, la dignidad.

—¿Por qué dices eso?

—Tu plan de reconquista consiste en hablarle por mensaje con una foto que le haga reír, espero que entiendas que desconfíe. —dijo Peter moviendo una ficha.—

Alan rodó los ojos, moviendo el caballo sin siquiera pararse a meditar o a pensar en el movimiento, realmente le daba igual el juego.

—Tu problema es que eres un niño caprichoso, la dejaste porque tu inseguridad decidió que era mejor acabar con ella antes de que ella acabase contigo. —quitó la vista del tablero para ahora mirar a Peter.— perdiste confianza porque no te viste suficiente y fuiste egoísta porque para que no te hicieran daño decidiste hacerlo tú. Y ahora encima quieres volver a lo de antes como si nada.

—Eso no me ayuda para nada. —murmuró haciendo una pequeña mueca de desagrado. Se sentía un poco triste ya que en realidad todo lo que decía Alan era algo que él muy en el fondo ya sabía.—

—La verdad duele pero es verdad. —respondió con tranquilidad Alan.—

—Me enamoré de ella al mes de conocerla, fue un flechazo. ¿Cómo quieres que no sea desconfiado? Imagina que el chico de tus sueños te corresponde, es difícil sentirse estar a la altura... Además no fui celoso, tenía razón con respecto a ese hombre.

—Sí, vale, mensaje captado, a Bucky le atrae Carey. Pero, ¿cuál es el drama querido? De ser tú... Yo no la hubiera dejado, la hubiera besado de la manera más apasionante delante de él, la hubiese tratado de la mejor manera posible para que recordase que yo siempre soy mejor novio... Pero sobretodo, me hubiera centrado más en ella que en mí mismo. Tienes que solucionar tus problemas de autoestima antes de arrasar la de otra persona, si no eres capaz de quererte no vas a querer bien a nadie más. Métete eso en la cabeza.

Golpe bajo Anderson. Fue lo único que pensó Peter. Ahora sí que sentía que había cometido un grave error, no había sido consciente de la gravedad de este hasta ese momento en el que Alan le planteó cómo hubieran sido las cosas si hubiera pensado antes de actuar.

—No había pensado en eso. —confesó Peter sintiéndose un poco avergonzado con su comportamiento.— era una mala época, teníamos mucha presión... Soy inteligente y buena persona, pero hay veces que las circunstancias no me dejan serlo.

—Si depende del día y la circunstancia eres más inteligente y bueno, igual es que no eres tan inteligente. —se encogió de hombros.— en la vida hay dos maneras de contemplar las cosas. —añadió pasándole el teléfono a Peter.— y no sé tú, pero yo prefiero siempre verlas de la parte positiva.

Y aún avergonzado con que Alan le estuviera dando una lección de tal magnitud, le hizo caso y le escribió a Carey, poniendo en marcha el extraño y secreto plan del chico.

En la recepción de un hotel lujoso se encontraban el equipo de investigación más imperfecto del mundo; Steve Rogers y Lucas Murphy. Habían seguido la pista de Marie hasta ese lugar, donde comenzaban a tener problemas para poder rastrear el paradero de la mujer.