La Stark

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—No me gusta tu plan. —volvió a decir Bucky tras otra gran explicación de lo que haría Lucas en un futuro.

El truco estaba en que Lucas ayudaría sin que nadie lo supiese, al menos en lo que investigaba quién les acosaba. Aunque ya tenía por lo menos cuatro nombres, le faltaban más. Calculaba que unos dos más, pero esa información le faltaba aún.

—Tampoco pedí tu opinión. Solo te informo. —contestó despreocupado Lucas.— las cosas se harán a mi manera esta vez. Steve y Tony son buenísimos en un campo de batalla, pero en este tema son nefastos. Si de ellos dependiera, jamás sabrían quienes nos acosan.

—No puedo mentirle a Steve, sabes que no. No me obligues a hacerlo. —le pidió Bucky mientras miraba a su amigo suplicante.— no puedo faltar a la confianza de Steve, es como mi hermano.

—Los hermanos están sobrevalorados, Bucky. Hazme caso. Además, no tienes otra opción. —Lucas lo miró fijamente antes de revelarle el gran final de su plan.— Voy a morir, mañana quizás... O esta noche. Y tú serás mi infiltrado, harás las cosas por mi.

Bucky abrió la boca con sorpresa y negó varias veces, con miedo a lo que acababa de decir Lucas.

—James, no te asustes. —añadió riendo ligeramente.— voy a fingir mi muerte, no moriré de verdad.

Bucky tardó unos segundos en procesar la información, el plan de Lucas empeoraba por momentos y cada vez le gustaba menos.

—Explícame por qué vas a hacer eso. —gruñó Bucky recobrando el enfado del inicio de la conversación.— no le puedes hacer eso a quienes te quieren, Wanda está enamorada de ti, Peter te considera un hermano mayor y para Tony eres como un mejor amigo. ¿Por qué les vas a romper a todos el corazón? No seas egoísta. Y si lo vas a hacer, ten el detalle de no implicarme.

—¿Otra vez ya estás con eso? No soy egoísta, deja de hablar como si supieses todo. —protestó Lucas.— quiero muchísimo a Wanda, lo sabes mejor que nadie, ¿por qué le querría hacer daño? Peter y Tony son mi nueva familia, y los quiero tantísimo como para sacrificar mi felicidad por ellos. Esto no se trata de mí, Bucky. Se trata de Peter y de que viva en paz... Volveré, confía en mí, pero primero debo poner a Carey y a Peter a salvo.

Bucky se acercó y abrazó a Lucas. Estaba en desacuerdo con el plan, pero era su amigo y debía apoyarlo, ya que conociendo a Lucas haría lo que quisiera de todos modos.

—No entiendo por qué me lo cuentas a mi. —murmuró separándose de su amigo y mirando a este aún confundido.— podría ayudarte Peter en mi lugar.

—Porque eres mi mejor amigo y te confiaría mi vida. —dijo Lucas con total sinceridad.— y porque después de todo, si te das cuenta, siempre acabamos tú y yo solos contra el mundo. No veo a otra persona que pudiera ayudarme mejor que tú.

—¿Tu novia?

—No es lo mismo, es mi novia pero no mi mejor amigo. —le intentó explicar Lucas.— quiero mucho a Wanda, pero no puedo contar con ella para esto. Quiero ser lo más cuidadoso que pueda y no quiero exponerla a ningún peligro.

—Ella sabría enfrentar cualquier peligro. —opinó Bucky.

—Y aún así no quiero involucrarla en esto. Tú y yo nos entendemos, eres el único que puede ayudarme porque eres el único que me entiende. Te la debo por contarme que te gustaba Carey en vez de contárselo a Steve. Ya estamos en paz.

Bucky lo miró y asintió dándole toda la razón. Steve era su mejor amigo, pero él estaba en otras cosas, al igual que todos. Steve era el bueno, el Capitán América, el héroe. Bucky era el asesino, el que nadie querría tener al lado, el odiado por todo el mundo. Lucas era igual que él, y cuando Steve estaba muy ocupado con su nueva vida y su nueva familia, su única compañía y apoyo era Lucas.