La Stark

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Peter se había ido a entrenar y Wanda estaba con Alan y con Jerome por lo que Carey aprovecharía esa tarde "libre" para poner en orden algunas cosas.

Su padre le había conseguido a ella y a Peter una plaza en una escuela privada, con el único propósito de que estuvieran alejados ya que dicha escuela tenía fama de ser estricta. Como había faltado la mayor parte de su curso se presentaría a los exámenes finales y de aprobarlos pasaría sin necesidad de tener que repetir curso. Ella estaba contenta de tener qué estudiar, distraerse y despejarse de su atracción hacia Bucky. Era lo mejor que le podía pasar.

Miraba sus apuntes y libros mientras caminaba con prisas hacia su habitación, cuando de repente chocó contra un cuerpo. Nada se le calló de las manos, pero sí perdió el equilibrio por unos segundos.

—¡Mira por donde vas! —gritó de mala gana la chica mientras le daba otra ojeada a sus apuntes.— por tu culpa me olvidé de en qué año se inició la maldita Segunda Guerra Mundial.

—... En mil novecientos treinta y nueve. —dijo con la voz algo entrecortada mientras la miraba algo avergonzado.— yo participé, podría ayudarte en lo que... Quieras que estés haciendo.

Carey relajó su expresión cuando se dio cuenta de quién se trataba, era Bucky. Le sonrió sintiendo vergüenza y asintió ligeramente. Maldijo a su suerte y al destino por ponerle en situaciones tan peliagudas, ella estaba tratando de evitarlo.

—Perdón, me presento pronto a los exámenes finales y con historia voy un poco mal. No duermo bien últimamente y no memorizo nada.—murmuró.— tengo que estudiarme la Primera y Segunda Guerra Mundial, la Revolución Rusa y Francesa y eso sin contar toda la historia de Estados Unidos. Estoy empezando a confundir fechas y hechos, pero es por el estrés y... Ni sé por qué te cuento esto. —suspiró ligeramente y observó al hombre que hacía meses que ya no lucía su antigua melena y optaba por seguir cortándose el cabello. Eso lo hacía ver como un chico más y en cierta manera era hasta gracioso. Pareciera como si Bucky fuera de esta época y eso no la ayudaba en dejar de sentirse atraída por él.

—Ven, te ayudaré. —dijo el hombre tomando la mitad de sus apuntes.— las guerras mundiales me las sé de memoria, créeme. Aunque no sé si quieras contarme el final de la segunda, porque "morí" un poquito antes de que acabara. —le guiñó un ojo con diversión.

Carey, riendo, comenzó a caminar con el hombre mientras este observaba con detenimiento los apuntes. Ella lo guió hasta su habitación y allí tomaron asiento.

—¿Luchaste en las dos guerras? —preguntó con curiosidad Carey mientras lo miraba.

—Nací en mil novecientos diecisiete. —dijo Bucky comenzando a reír de nuevo.— la Primera Guerra Mundial acabó en mil novecientos dieciocho. —le recordó haciendo que ahora fuese ella la que comenzase a reír.— así que sí, me reclutaron según nací, fue una infancia difícil.

—De ahí que seas un súper soldado, tiene sentido. —dijo la Stark como una broma mientras Bucky soltaba una carcajada. La primera que había escuchado Carey en todo el tiempo que lo llevaba conociendo.— me gusta mucho tu risa, deberías de reír más. Por el resto, lo siento. No tenía ni idea de cuándo habías nacido.

—No me digas eso, que me sonrojas. —le dijo él, de nuevo y cómo cada vez que hablaba con ella; sonriendo tontamente.

Carey lo miró y se sonrojó ella. Se repetía mentalmente que era Peter con quien tenía cosas en común, no Bucky. Que eso era solo atracción física... Pero entonces Bucky dijo algo que cambió su pensamiento y le creó un caos en el interior.

—¡Mira! —exclamó con una sonrisa, señalando un tanque del libro.— de joven, antes de alistarme en el ejército yo arreglaba tanques como estos.