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Todos en sus puestos de trabajo, todos atentos a cualquier movimiento en falso para actuar. Peter y Tony de camareros, Alan al piano, Bucky sentado al final de la barra, Lucas de cantante, Wanda y Steve camuflados entre la gente y finalmente Carey y May como cebo.

Ninguna persona de ese gran baile parecía ser sospechosa, aunque también era cierto que todos llevaban máscara y eso no facilitaba la tarea de buscar culpables.

Tony las bebidas que preparaba se las bebía y Peter ya había roto como ocho vasos, comenzaba a notarse que igual ellos no trabajaban ahí.

—Peter, deja la coctelera quieta. No sabes. —le susurró Tony en un regaño mientras Peter hinchaba sus mejillas, no conseguía hacer ni un cóctel bien.—

—Le diría que lo hiciera usted pero no quiero que esté ebrio en un momento como este. —susurró Peter regañando al hombre también y, además, quitándole el vaso de alcohol que tenía en la mano.

Tony rodó los ojos y susurró un "aburrido". Llevaban casi dos horas tirando bebidas (o bebiéndoselas) y en el recinto no pasaba nada de nada. Esa opción de que a lo mejor el acosador no se presentaba no la tenían contemplada.

—Si no se toma esto en serio déjeme solo. —sentenció Peter ante la cara de desagrado del hombre.—

—¿Seguro quieres estar solo? —preguntó el millonario alzando una ceja y se alejó al otro lado de la barra, dispuesto a salir.

Una señora se había acercado a Peter para pedir una bebida, evidentemente hizo su petición en francés y el chico no entendió totalmente nada.

—Excusez-moi jeune, pourriez-vous me servir un Cosmopolitan? preguntó a señora en un tono amable.

Peter se asustó al no entender nada y se giró en busca del hombre, que se había medio escondido para observar cómo se desenvolvía Peter solo. Mal momento para bromas.

—Señor Stark vuelva, que esta señora me está diciendo cosas muy raras. —le llamó nervioso Peter.—

—No te dijo nada raro, solo quiere un cóctel. —explicó entre risas mientras volvía a su puesto de trabajo.— ve a por el vodka, yo lo preparo. —plantó la mirada en Bucky, que estaba tranquilamente bebiendo al final de la barra.— ¿tú cómo vas?

—De lujo. —contestó, terminando de un trago su cuarta copa.

Por otro lado, en el escenario, los "artistas" también tenían ciertos problemas de comunicación. Lucas no aguantaba lo simple que era Alan y Alan no aguantaba lo difícil de entender que era Lucas, por lo que la música en directo se había retrasado bastante.

—Maldito inútil, te dije que tocaras esto. —dijo Lucas entre dientes mientras agitaba la partitura de la canción que debía tocar Alan.

—Pero esa es muy triste, el himno de la alegría es mejor, déjame tocar esa. —propuso Alan haciendo que Lucas perdiera la paciencia poco a poco.— los franceses estos son muy aburridos si es que les gusta esto. Luego dicen que son sofisticados...

Lucas apretó su mano en un puño y contó hasta diez, pidiendo paciencia mentalmente.

—El piano en cualquier canción es aburrido, nadie vino a una discoteca. —tomó las partituras y se las lanzó en la cara, haciendo que el joven se quejara.— toca la canción ya o vamos a tener problemas.

—No sé resolver problemas, odio las matemáticas. —respondió Alan inocentemente mientras tomaba las partituras que se habían caído al suelo.— se te cayeron. —añadió tendiéndole los papeles.

—Cómo se puede ser tan estúpido. —susurró Lucas mirando al chico sin poder creer lo que escuchaba.—¿eres así de listo siempre? Seguro que ni sabes en qué continente estás. —dijo Lucas con ironía yendo a ajustar el micrófono.—

La Stark Donde viven las historias. Descúbrelo ahora