La Stark

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Lucas cerró los ojos aceptando su destino. Tras la confesión que le había hecho a su hermano lo que esperaba era que por fin este acabase con su vida, cometido que había tenido en mente siempre. Sin embargo, no notó ningún golpe de su parte.

El pánico que sentía por su hermano seguía presente, quizá no podía ni leer ni controlar mentes pero Jerome tenía la fuerza de tres super soldados y además podía percibir sentimientos, cosa que le permitía saber cuando alguien le teme. Sí, desde luego ese Murphy podía ser letal.

Aunque Lucas todavía no había demostrado de lo que era capaz realmente, solo él conocía sus capacidades y estaba muy seguro de que no tenía que temerle a nadie, de ahí su valentía a la hora de burlarse de cualquier persona, como Steve o Bucky. No les tenía ningún miedo porque no creía que pudieran llegar a hacerle daño. Irónicamente y siguiendo esa regla de tres, tampoco debería de tenerle miedo a su hermano, pero era distinto, como su hermano mayor le tenía respeto y miedo.

—Lucas, percibo tu miedo. —le informó Jerome tras el largo silencio que se había creado.— te perdono si es que eso te preocupa. Pero igualmente, permíteme que te corrija, no fuiste tú, así que dejemos el drama y centrémonos en vengarnos de quienes te hacen daño. No perdamos el tiempo hablando de la muerte de papá, venga...

La tranquilidad volvió a reinar en el cuerpo de Lucas, no entendía la personalidad de su hermano pero comenzaba a adorarla. Jerome resultaba ser, para su gusto, demasiado comprensivo y bondadoso. Lucas era más rencoroso y antipático.

Al día siguiente, estando ya todos en el recinto, Lucas les presentó su hermano a todos, comunicándoles el porqué de su visita; Había venido única y exclusivamente para ayudar en el juicio contra Marie y en la guerra contra los ya denominados "acosadores"

Todos habían aceptado la llegada de Jerome al complejo sin ninguna molestia, aunque Tony se había molestado un poco con su abogado pues su hermano resultó estar vivo y no muerto como él había asegurado al rellenar la ficha.

Jerome se presentó a todos con simpatía, pero casi sufrió un ataque al corazón cuando por fin conoció a su ídolo; Steve Rogers. Para sorpresa del super soldado, el hermano de Lucas era muchísimo más cariñoso y agradable que él. Según conoció a Steve se abrazó a él con alegría. Aunque esa reacción no fue nada comparada con la que tuvo al conocer a Bucky Barnes. Pareció como si muriese durante unos segundos y tardó horas en volver a la normalidad.

Ya superado los primeros días de adaptación, Jerome pasaba a ser un personaje secundario más, ya todos lo trataban con normalidad, aunque Steve y Bucky le tenían mucho más cariño pues no paraba de tratarlos maravillosa y excesivamente bien.

—Me encantan Los Vengadores. —dijo con una sonrisa Jerome mientras analizaba todo el complejo. Llevaba días quedándose allí pero aún así todo le encantaba y sorprendía.— aunque solo he conocido a tres. ¿Donde está la chica de los vengadores?

Lucas que caminaba con tranquilidad frunció ligeramente el ceño sin saber exactamente a cuál se refería.

—Hay más de una. —le recordó mientras metía las manos en sus bolsillos buscando su teléfono.

—Sí, pero me refiero a la que es súper bonita, ¿sabes cual te digo? La viuda negra no, la otra. —le dijo con una sonrisa juguetona. Ya sabía que era su novia.— es súper linda y además posee poderes similares a los tuyos, aunque ahora que yo recuerde de apariencia parece bastante joven... Igualmente es muy linda, me extraña que no me la hayas presentado ya.

Lucas paró en seco y tensó la mandíbula. No quería actuar de una manera impulsiva y trató de calmarse para no estropear la buena relación recuperada con su hermano. Tenía una guerra interior en la que combatían los celos en contra del sentido común. Jerome, que percibió esos sentimientos, entendió que Lucas no había entendido la indirecta y estaba malinterpretando lo que dijo.

—Ni se te ocurra acercarte a mi novia. —dijo de una manera pausada mientras se ponía frente a frente contra su hermano.— se llama Wanda y si no quieres que toda nuestra reconciliación se estropee ni la mires, porque entonces sí que me voy a enfadar. —sus ojos a medida que iba hablando se iban tornando de un color violeta intenso, cosa que era indicador de que por primera vez en años Lucas se estaba molestando de verdad.

—Dominique, no me gusta tu tono de voz. —le advirtió con tranquilidad Jerome que no le tenía el mínimo miedo.- ¿por qué te molesta que lo diga? Es bonita, no hay más.

Lucas soltó una risa falsa, tratando de liberar la tensión que se le estaba acumulando.

—No te quiero cerca de ella, sólo quédate con eso. —dijo Lucas sin apartar la vista de su hermano.

—Tu novia no me interesa, no hagas que con tus celos me empiece a llamar la atención. —le dijo Jerome de nuevo jugando con él, esperando claro a que se diera cuenta de que bromeaba.

Lucas entonces, alzando un brazo y haciendo uso de sus poderes, paralizó por completo el cuerpo de su hermano.

—Jerome, Jerome... Si aprecias tu vida y eres inteligente te alejarás de ella. Porque de no hacerlo me veo obligado a tomar cartas en el asunto, y los dos sabemos quién saldría mal parado.

En el lado opuesto del complejo se encontraba Peter, que había ido a ver a Carey. Tenían varias cosas que aclarar y ese era el momento perfecto pues estaban por fin los dos solos.

Según Peter, Carey volvía a ser su novia, o eso se había dado a entender, pero la Stark igual no lo tenía tan claro. Ella no sabía si volver con él era lo más correcto, ya lo habían dejado varias veces y no había funcionado, añadiendo también el factor de que Tony no los quería juntos. Eran dos argumentos de peso que ya la hacían dudar de todo.

—Entonces... —murmuró Peter.— estamos juntos, ¿no? —añadió de forma incómoda mientras la miraba de una manera esperanzadora.

—Yo no he dicho que hayamos vuelto. No puedes venir aquí y decirme eso sin siquiera avisar previamente... Imagina que tengo novio. —bromeó riendo ligeramente.— además no hemos hablado de nada.

Peter tomó asiento en frente de ella, mirándola ahora con cierta diversión.

—¿Ah, sí? ¿ahora tienes novio? —le preguntó con una sonrisa divertida mientras la tomaba de la mano para que se acercara a él.— pues espero que no sea celoso.

—Es muy celoso. —siguió con la broma, comenzando a reír cuando Peter la empujó con delicadeza para que se sentara en sus piernas.

—Tendrá que aprender a compartir. —afirmó con una sonrisa mientras acariciaba su cintura, dejando un beso casto sobre sus labios.

La Stark lo miró unos segundos admirando su rostro y se rió un poco. Quería con todas sus fuerzas volver a sentir los escalofríos y nervios del principio, pero muy a su pesar, en él no sentía eso que sentía con Bucky. Por mucho que sintiera que le convenía estar con él, no era Bucky.

—Peter, tendremos muchos problemas si volvemos... Está mi padre y... Bucky.

—Bucky no tiene nada que ver ya con nosotros. ¿Qué importa él en nada de esto? —le preguntó Peter, extrañado y casi ofendido.— no podemos vivir mal por lo que otros opinen.

—No sé...

—Sé que me quieres, tanto como yo a ti. —le recordó Peter casi con tono suplicante.— déjame unos días de margen, estoy seguro de que podré convencerte para que vuelvas conmigo. Míranos, somos perfectos, la pareja perfecta. Estamos hechos para estar juntos, tenemos la misma edad, nos gusta lo mismo, somos futuros vengadores... ¿Qué habría mejor que nosotros?

Carey suspiró con preocupación, mirando a otro lado. Peter tenía mucha razón, la única pareja que objetivamente le podría dar estabilidad y una vida normal era él. Además, tenían mucho en común... Pero para ella sí habría algo mejor, Bucky. No sabía si lo quería de verdad, sí sólo era atracción, o si realmente creía que Bucky era la respuesta. No quería que fuera un capricho, pero lo quería, de una forma diferente de la que quería ahora a Peter.

—¿Te he convencido ya para que vuelvas conmigo?

—Sigue intentando Peter.