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—No debiste ilusionar así a Wanda. —le regañó una vez más la Stark a Peter.— ahora quiere ser madre de un hijo de Lucas, y está muerto.

—¿De verdad está tan mal lo que hice? Lleva días encerrada llorando, no le hice falsas ilusiones, le he devuelto la esperanza. —discutió el chico para luego suspirar.— además, te lo he dicho miles de veces, Lucas está vivo.

Carey rodó los ojos y negó bastante en desacuerdo con lo que había hecho Peter. Este seguía sin entender que lo que había hecho estaba mal y dudaba que entrara en razón pronto.

—Peter, estuvo mal lo que hiciste, pero no quiero discutir con alguien que ni si quiera me hace caso. —dijo Carey bajando su tono de voz.— sé que te duele la muerte de Lucas y que ni si quiera la llegas a aceptar todavía, pero creo que te olvidas de que no eres el único que lo perdió, lo que le hiciste a Wanda no fue bueno.

—No me olvido de eso, sabes que no. —frunció ligeramente el ceño y negó con suavidad, tomando de las manos a Carey.— todos actúan como si estuviera loco o hubiera perdido la cordura, solo digo lo que sé, Lucas está vivo...

—No sigas Peter. —murmuró separándose bruscamente del chico.— solo piensas en eso, ni si quiera eres capaz de hablar sobre nosotros sin cambiar de tema.

Peter abrió ligeramente la boca con sorpresa, no se esperaba una reacción tan negativa por parte de ella. Ahora comenzaba a darse cuenta de que igual había un problema entre ellos desde hacía tiempo y él hasta ese momento no tenía ni idea. No era mentira que su mente estaba a otras cosas, no solo la muerte de Lucas, sino también el trabajo, sus amigos... Pero jamás creyó que había descuidado su relación. Tan solo estaba ocupado.

—Entre nosotros todo está bien. —murmuró Peter, más que una afirmación había sonado a pregunta, se estaba comenzando a preocupar por el camino que estaba tomando esa conversación.

—¿Ah sí? ¿Todo está bien? —preguntó Carey comenzando a molestarse ligeramente.— ni si quiera me has preguntado cómo llevo el embarazo ni te has preocupado por el bebé, no aguantas ni quince minutos a mi lado porque enseguida te vas y vuelves a las horas como si nada pasase. Estás todo el día con mi padre, o entrenando o haciendo lo que sea.

Peter se quedó en silencio y tragó saliva, ya no sabía cómo justificarse sin nombrar a Lucas.

—Prometo hacer que todo vuelva a la normalidad, solo déjame unos días y volveré a ser el mismo. —dijo estando hasta él mismo desconfiado de sus palabras.— volveremos a pasar tiempo juntos como al principio de todo. Es que han pasado muchas cosas, estoy abrumado. Pero estamos bien.

—Ni si quiera te crees tú mismo lo que estás diciendo. —tomó su teléfono móvil y comenzó a caminar hacia fuera de la habitación, ignorando la mirada de Peter que estaba clavada en ella.— yo también necesito pensar algo, a mi también me han pasado cosas. Aún no asimilo que esté embarazada... Pero, es igual, tómate tu tiempo. Supongo que tú siempre lo pasas peor.

Y dicho esto abandonó la habitación, dejando solo al chico.

Ahora tenía una mezcla enorme de sentimientos negativos. Le vino el recuerdo de la noche que vio a Lucas. Él sabía que había sido sometido a control mental ya que la conversación la recordaba entera. Lo que no sabía era porqué no podía decirlo en alto, tan solo podía pensar en lo que había pasado, pero no se lo podía contar a nadie. La impotencia se hacía presente y con ella el enfado también, ahora a todos sus problemas le veía un culpable; Lucas Murphy.

Salió de la habitación tan callado y serio como siempre, iría a dónde recordaba que surgió la conversación con Lucas.

Paró su paso en mitad de uno de los pasillos, observó todo con detalle y se colocó justo donde había hablado con el hombre. Estaba en busca de alguna pista o alguna señal que le pudiera decir dónde estaba Murphy, pero lo único que recordaba era ese pasillo y esa conversación.

La Stark Donde viven las historias. Descúbrelo ahora