La Stark

50

Ya en su habitación, Bucky se sentó en el borde de la cama, repasando todo lo que había pasado.

Carey iba a ser madre y Peter sería el padre. Eso lo dejaba totalmente fuera de juego, ya no tenía ni la más mínima oportunidad. Bueno, en realidad jamás hubo alguna oportunidad. También estaba su cabello, que ahora era corto. Eso lo hacía ver como si fuese el hombre de antes y no lo era, el hombre de antes no era un asesino en un intento fallido de héroe, que era como se auto definía Bucky.

Toda esa noche no pudo dormir, por varias razones. Estaban sus típicas pesadillas que lo atormentaban todos los días de su vida, estaban sus pensamientos tormentosos y el horrible sentimiento de soledad que recorría de arriba abajo su cuerpo. En definitiva, había tenido una noche nefasta.

A las siete y media y ya listo para ir a la sala de entrenamientos, bajó. Allí estaba Tony que parecía preparar algo con concentración. Decidió no molestarlo y miró la gran sala preguntándose de qué se trataría la nueva dinámica de Tony, conociendo al hombre iba a ser una muy mala idea, pero ninguno tenía la opción de negarse a una orden de Steve o de Tony, por lo que fuese lo que fuese lo aceptaría con resignación.

—Bucky, llegas temprano. —dijo Tony dejando lo que hacía para mirar a su amigo.—

Bucky se encogió de hombros y centró su mirada en el rostro del millonario, cada día parecía estar peor, y era raro ver a Tony así.

—Me gusta ser puntual. —murmuró apartando la mirada del hombre. No quería ser descarado y quedarse mirándolo mucho rato.—

—En nada comenzarán a llegar el resto. —se sentó y se quedó mirando a la puerta hasta que a los escasos minutos aparecieron Peter Parker y Lucas Murphy, hablando animadamente.—

—Traidor. —susurró Bucky entrecerrando los ojos mientras miraba al rubio, que se acercaba hacia donde estaba el millonario.—

El último en llegar fue Steve, que venía como casi siempre con un semblante serio. Al contrario de Stark, Steve vestía con ropa de entrenamiento. Seguramente él formaría parte de él.

—Bien, escuchen. —dijo en alto Tony llamando la atención de todos en la sala.— como ya saben, ustedes son las nuevas incorporaciones y están siendo entrenados para, en caso de emergencia, poder pasar de ayuda a integrantes oficiales. —comenzó introduciendo lo que sería la "segunda prueba".— he introducido vuestros nombres aquí, y el azar formará parejas para que luchen entre sí durante unos diez minutos, así hasta que se vayan rindiendo uno a uno.

—Sabía que sería mala idea. —murmuró Lucas mirando a todos suspirando, él sería el primero en rendirse. No quería ni intentarlo, ya estaba harto de ser la mascota de los vengadores y ni siquiera estaba interesado en formar parte del equipo.—

—Esto me recuerda a divergente. —dijo Peter entusiasmado, como siempre sin ningún miedo.—

Bucky lo miró con el ceño fruncido y negó suavemente. La dinámica de Stark había sido la peor idea que había escuchado en bastante tiempo, las cosas entre ellos cuatro estaban bastante tensas como para complicarlo más.

Tony al ver que nadie decía nada, decidió comenzar con el programa que diría las primera dos parejas.

Una ironía del destino hizo que las dos primeras parejas fueran; Peter y Bucky la primera y Steve y Lucas la segunda. A diferencia de Lucas, Bucky y Peter no tenían ni la mínima intención de rendirse.

—Bien, vayan al centro Peter y Bucky. —dijo Tony con simpleza mientras los veía.—

—¿Por qué luchar entre nosotros? —preguntó Bucky. Por mucho que Peter no le cayera bien, sabía de lo que era capaz y no quería hacerle daño.—