La Stark

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Peter esperaba que Lucas volviera sentado en la orilla de su cama; Se había quedado analizando la habitación con detenimiento, encontrando algunas cosas que le generaban bastante interés.

Esa habitación era tan... Lucas. Olía a él y ese perfume característico que usaba. Tenía fotos de él mismo en distintas edades por todas partes, su armario, sin exagerar, era noventa por ciento trajes y corbatas y diez por ciento ropa medianamente normal. De resto solo habían objetos personales y pequeñas notas escritas con letra cursiva y en francés por todas partes.

Objetos que le llamaron la atención; un blog de dibujo repleto de dibujos y retratos perfectamente hechos, un cuaderno escrito todo con letras cursivas y en el idioma natal del hombre que parecían ser redacciones, y por último, una foto en la que se podía ver a un Lucas adolescente al lado de sus padres y otro chico más que Peter no conocía de nada. Intuía que debía ser familiar o al menos amigo de Lucas pues si no, no tendría sentido que estuviera en esa foto.

Con todos los objetos en su regazo, el chico esperó pacientemente hasta que Lucas volvió, pero no lo hizo solo.

—Bien, prohibido tocar cualquier cosa y hablar demasiado alto, mi cuarto es mi castillo y no quiero verlos con mis cosas. —advirtió Lucas dejando pasar a Carey y a Alan. Reparó en que Peter ya tenía un montón de sus pertenencias encima y suspiró.— no, si antes lo digo...

La Stark cruzó miradas con Peter, haciendo que este se sonrojara ante el recuerdo del beso. Lucas desconocía ese hecho por lo que no les prestó demasiada atención, en cambio Alan estaba atento a cualquier movimiento en falso.

Carey se acercó a él y se sentó a su lado, saludándole de una manera totalmente normal y amistosa, como si nunca hubiera pasado nada. Alan descentró momentáneamente su atención de la situación y se centró en lo que tenía Peter entre manos, parecían ser dos cuadernos y un marco de fotos.

—¿Peter me estás robando cosas? —preguntó Lucas quitándose de nuevo la bata para comenzar a rebuscar en su armario.

Peter se sobresaltó al escuchar la profunda voz de Lucas tras ese breve momento en silencio y negó mientras los otros presentes se reían por su reacción.

—No, yo jamás... Solo quería preguntarte por esto. —le aclaró haciendo una pequeña mueca mientras alzaba la libreta que estaba escrita en francés.

Lucas se giró para ver qué era lo que le mostraba. La analizó durante unos cinco segundos y cuando reconoció ese objeto se ruborizó muy ligeramente, volviendo a centrarse en la ropa que se pondría.

—Es mi diario. —explicó con simpleza poniéndose unos pantalones, claro está de etiqueta.— no me gustaría que lo leyeses, si es mucho pedir.

Carey se sintió tentada en quitarle el cuaderno a Peter pero no se movió, siguió escuchando con tranquilidad la conversación.

—¿Tu letra es así? —exclamó con sorpresa Peter.— vaya... parece fotocopiada o algo así. —murmuró ahora dejando a un lado la libreta y centrándose en el blog de dibujo.— ¿y esto qué es, los hiciste tú?

Lucas rodó los ojos y cuando ya estaba parcialmente vestido de giró para mirar lo que ahora enseñaba Peter.

—Sí, quería estudiar bellas artes pero no pude. ¿Alguna pregunta estúpida más o me van a decir ya qué camisa y corbata me combinan? —dijo comenzando a molestarse un poco por las preguntas.

—En realidad... ¿Puedo preguntarte algo más? —preguntó de nuevo tímidamente Peter. No podía aguantar su curiosidad.

—Qué remedio. —rodó los ojos Lucas, sentándose en una silla que había al lado de su gran armario.