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Los dos días de navidad habían pasado relativamente rápidos, al menos sí para Tony y Steve que decidieron no hacer totalmente nada. Bucky que ahora no solo se estrenaba como vengador (ilegalmente) sino como nuevo amigo de Tony, había estado completamente de acuerdo con no celebrar esas fiestas, ya que aunque él estaba feliz por su nueva vida,  no veía que su mejor amigo compartiera su felicidad, más bien estaba deprimido. Por otro lado, un recuperado Lucas Murphy se comportaba como si nada hubiera pasado, tampoco hablaba mucho con Steve o Bucky, más bien con Tony. A opinión de los otros dos, Tony y Lucas llegaban a entenderse tan bien porque eran dos personas bastantes parecidas psíquicamente, los dos eran egocéntricos e inteligentes. Lucas también se había encargado de buscar una nueva solución para Tony con el tema de Carey, durante esos días había estado pensando y pensando, barajando posibilidades y releyendo los libros judiciales con los que estudiaba para su carrera universitaria, todo esto había sido un trabajo nulo hasta que un día como por arte de magia le vino una palabra a la mente, una palabra que podía ser la solución a todos los problemas del millonario.

—Emancipación. —dijo en voz alta como si hubiese dado una voz de alarma.— ¡eso es! La mayoría de edad anticipada. —Lucas cerró el libro que estaba leyendo y casi corrió a fuera de su habitación, buscando apresuradamente a Tony Stark por todo el gran complejo.—

Difícil no fue encontrarle, fue directo a los laboratorios y efectivamente ahí estaba Tony junto a Bruce Banner, trabajando en algo a lo que Lucas no le prestó nada de atención.

—Señor Stark, tengo la solución. —dijo agitado Lucas irrumpiendo en mitad de la gran sala.—

Tanto Bruce como Tony lo miraron con confusión, el millonario tomó un paño de tela de la mesa central y se limpió las manos aún sin formular palabra alguna. Luego, con un gesto le indicó a Lucas que caminara hacia afuera junto a él.

—¿La solución a qué? —preguntó el millonario en un tono calmado mientras observaba al eufórico Lucas.—

—¿cómo que a qué? Soy tu abogado y a lo único a lo que me dedico es al juicio con el tema de Carey. ¿A qué te piensas que tengo una solución si no es para eso?

—Murphy... —dijo con tono amenazador Tony.—

—Emancipación, si conseguimos eso Carey podrá volver. —dijo rápidamente el rubio sonriendo levemente.—

Tony se quedó en silencio unos segundos para después suspirar suavemente, apoyando su cuerpo a la pared que tenía detrás suyo.

—Lucas estoy ocupado, si hablamos de mi hija me voy a desconcentrar y no sería bueno. —le explicó rápidamente el azabache, había conseguido no recordar a su hija durante dos horas enteras, no quería seguir torturándose a sí mismo con el recuerdo de Carey.—

—Pero... —suspiró Murphy para luego observar al millonario detenidamente.— ¿en qué trabajan tú y el hombrecillo de ahí dentro?

Tony se removió incómodo y negó suavemente cruzándose de brazos, no le diría en qué trabajaba.

—Si no me lo dices tendré que jugar a las deducciones. —le amenazó esta vez Murphy, a lo que Tony alzó una ceja.—

—Me encanta tu poder de deducción pero es imposible que adivines qué hago sólo con observar... —Lucas lo interrumpió.—

—Reto aceptado. —aclaró su voz y observó todo detenidamente durante unos segundos antes de sonreír y volver su mirada a Tony.— bien, empecemos por ti. Tienes la punta de los dedos con un tono grisáceo y dos piezas metálicas asoman de tu bolsillo, lo que nos dice que estuviste trabajando con algo que tenga que ver con la mecánica. Si mal no recuerdo esa es tu especialidad, de ahí que crearas tú solo la armadura de Iron Man... Pero el problema aquí es que no estás trabajando tú sólo sino con otra persona, eso descarta la opción de que estes trabajando en una de tus armaduras, sin embargo, tiene que ver con algo de eso. La pregunta es ¿quién a parte de ti trabaja con armaduras o partes robóticas? Sin duda es Bucky, pero él no tiene una armadura, sino un brazo metálico. Así que eso nos lleva a que seguramente trabajas en un nuevo brazo para James o le estés mejorando el suyo. Quizás colocando alguna precaución en él o...

Tony lo miró sorprendido, como siempre el poder deductivo de Lucas Murphy lo dejaba sin habla, por un momento creyó que le leía la mente pero no podía ser, él había evitado pensar en eso mientras Lucas hablaba por precaución. Sin duda el nuevo compañero del hombre de hierro era todo un misterio.

—Está bien Lucas, tienes cinco minutos de mi preciado tiempo para contarme lo que sea que te tiene tan nervioso. —dijo Tony rindiéndose ante la insistencia del rubio.-

Comenzó caminando lejos de los laboratorios, aprovecharía ese tiempo para comer algo ya que no lo había echo en casi dos días enteros. Lucas se encargaba de ordenar las ideas en su cabeza para poder convencer a Tony de ir a buscar a Carey y traerla de vuelta. Él no conocía a la niña sino de haberla visto brevemente, pero igual sabía que la salud de Tony se deterioraba rápidamente al no tenerla a su lado, el sufrimiento por no tener a su hija al lado estaba haciendo que le dejase de importar su salud y había que remediar eso.

—Podrás ir hoy mismo a por tu hija, tengo un proceso judicial que haga lo que haga la madre de Carey no podrá hacer nada para quitártela. —dijo Lucas con una sonrisa y al llegar a la cocina tomó asiento.—

—Lucas más te vale que lo que digas sea cierto. —dijo Tony mostrando muchísimo interés por lo que diría Lucas.—

—Se trata de la emancipación, liberación respecto a una tutela. Ya sabes, tu hija dejaría de ser menor y comenzaría a ser una mujer libre sin tener que estar a cargo de ningún tutor legal.

Tony frunció el ceño y negó frenéticamente, luego dio media vuelta y comenzó a preparar un café ignorando la presencia de su casi abogado.

—¿Qué? Stark, no puedes ignorarme. —dijo siguiéndolo mientras esperaba que le hablara.— es una buena idea, ¿es que acaso no quieres recuperar a Carey?

—No voy a obligar a mi hija a que empiece a ser una adulta solo para que viva conmigo, estás loco. —le dijo Tony mientras terminaba su café.— comenzaría a estar desprotegida y apenas va a cumplir dieciséis años en breve. Me niego.

Lucas alzó una ceja, se negaba a que Tony le siguiera la contraria.

—Anthony Stark, estamos en una guerra en contra a una rubia alcohólica que se acostó contigo hace casi dieciséis años, no me digas que una cuarentona amargada y drogadicta nos va a ganar, porque no pienso permitir eso. —dijo firmemente mientras lo miraba.— Stark, vamos a ganar esa maldita guerra porque yo nunca pierdo y te quiero predispuesto porque en mi equipo no quiero perdedores. —lo señaló mientras le daba toquecitos con el dedo índice.—

—¿Sabes qué? Tienes razón, soy Tony Stark. —frunció el ceño mientras daba un golpe en la mesa.—soy malditamente perfecto, yo no pierdo nunca, ¡jamás!

—¡Bien dicho! ¡vamos a destripar a esa perra en el juzgado! —siguió animando Lucas.—

—Se va a enterar de quienes somos. —volvió a decir Tony mientras buscaba apresuradamente en sus bolsillos las llaves de alguno de sus deportivos.— vamos a por mi hija ya de ya.

Lucas sonrió mirando orgulloso lo que con un mini discurso había conseguido. Le había prometido a Bucky que conseguiría que la niña volviera para tener a Steve y a Tony felices y no pararía hasta cumplir la promesa.

—Voy a por mi abrigo y nos vamos. —dijo Lucas mientras observaba el ahora molesto Tony.—

—No tardes, si Steve nos ve se va a poner a preguntar demasiado y es muy pesado cuando no se hace lo políticamente correcto. —se quejó Stark haciendo que Lucas soltara una pequeña risa.—

—Y por eso, yo no me llevaría bien con él.

La Stark Donde viven las historias. Descúbrelo ahora