Había días en los que yo me iba a la escuela con Sebastian, y otros con Stacy, o mi mamá se ofrecía a llevarme.
Sebastian y yo no hemos progresado, es como si se negara en coperar, siempre que hablaba con el, quedaba como una tonta, con el que si he avanzado es con Michael, es un buen hombre para mi madre. Él tiene un chofer y dos guardias que cuidan la casa, yo no los uso por que no los necesito.
Estaba en clase, la maestra nos estaba poniendo una presentación de diapositivas, sobre áreas funcionales y recursos necesarios para una empresa. Mire hacia donde estaba Sebastian, estaba sentado dos filas atrás de mi, desde luego en el teléfono, me sorprendía como la maestra no lo notaba.
El timbre sono, las luces se encendieron, por suerte la proferosa acabó a tiempo con su presentación.
-Bien, de tarea quiero que hagan un ensayo sobre esta presentación, que cuente con los siguientes puntos.-comenzó a escribir en el pizarrón, Portada, introducción, desarrollo del ensayo, conclusion, imágenes dentro del ensayo.-para el lunes, así que no hay excusas de que no lo hicieron o de que lo hagan mal.
Tome mi mochila, camine hacia el estacionamiento, iba siguiendo a Sebastian para irme con el, estaba llegando al auto cuando una chica se me adelantó y me ganó.
-Lo siento, hoy no podre llevarte.-dijo bajando el vidrio, la chica me sonrió y el también.
-Descuida, Stacy me puede llevar.-el arrancó el auto y me sonrió poniéndose sus lentes de sol, mire hacia el estacionamiento y el auto de Stacy no estaba.
Tendré que tomar el autobús...
Camine hacia la parada de autobús cercana, Evan estaba ahí sentado, me sente un poco lejos de el, no quiero verme insistente y torpe.
-Hola.-dije sacando mi teléfono y audífonos.
-Hola.-me respondió.-¿vas para Hollywood Hills?.-asenti colocandome sólo un audifono.-Yo igual, podemos irnos juntos.
-Seria una buena idea.-dije, esta es mi oportunidad de conocerlo.
El autobús llegó, entramos y tomamos asiento juntos, yo sólo miraba la ciudad, aunque quisiera mirarlo a él, no podría.
Estaba llegando a la parada cercana de mi casa, ambos nos bajamos, aun tenía que caminar para poder llegar.
-Yo vivo en la derecha.-dijo Evan, caminábamos para subir a la colina.
-Yo en la izquierda hacia arriba.-estábamos llegando para tomar los caminos diferentes.-Te veo mañana.
-Adiós, con cuidado.-se despidió.
Me hubiese gustado que me acompañará a casa, tal vez tendría tiempo más adelante, apenas lo voy conociendo y a mi no me gusta precipitar las cosas, abrí la puerta.
-¡Ya llegue!.-grite subiendo las escaleras.
-¡Que bueno, hija!.-entre a mi cuarto, abrí la computadora y saqué mi cuaderno, empeze a escribir mi ensayo para no estresarme después.
Narrador
4 horas después...Morgan pudo terminar su tarea, si ella iba hacer algo le gustaba hacerlo bien, puso esquemas para mejor explicación del tema, dejó encendida su computadora por que sólo faltaba poner una imagen al final, bajo a cenar, todos ya estaban ahí menos Sebastian.
-Eva, por favor, ¿Me puedes preparar la tina?, acabó de terminar una tarea que me dejo exhausta.-ella asintio.
-¿Ultra espuma?.-asenti.-ve a comer.
-Muchas gracias.
Sebastian paso por la habitación de Morgan, miro su computadora encendida, dudo en meterse o no a la habitación, al no ver muros en las costas decidió entrar. Comenzó a leer su ensayo para el lunes, tema que no le puso atención a la clase y batallara para hacer el trabajo, al ver que estaba perfecto decidió mandarlo a su correo, ya verá como cambiarlo todo y hacer tener su trabajo hecho.
***
Morgan
La maestra estaba entregando, los trabajos. Primero entregaba los que estaban correctos, después iría entregando los que tenían que corregir.
-Morgan Anderson.-me puse de pie y camine hacia la profesora.-Perfecto trabajo, me encanta tu manera de trabajar, sigue así.-sonrei, fui de vuelta a mi asiento.-Sebastian Stan.-lo mire, no podía creer que lo hiciera bien.-buen trabajo.
Lo seguí con la mirada, el me miro y sonrió guiñandome el ojo. Algo había hecho, lo sabía por que jamás puso atención en toda la clase...al menos de que se haya copiado de algún compañero o pago para que se lo hicieran y él pudiese salir o traer a chicas en la noche.
No lo espío, las chicas no son discretas cuando vienen por un polvo por parte de él.
-algo anda mal.-le dije a Stacy, ella me miro confundida
Cuando las clases acabaron, yo me iba ir con Sebastian, esta vez no había chica que se vendría con el. Como siempre no se dispuso en hablar conmigo, esta vez no quise quedar como torpe y no mover la piedra buscando algo donde no hay.
Baje del auto y entre a la casa, hoy mi madre dijo que saldría con Michael. Camine a mi habitación y a mi bañera la puse a llenar para ducharme, abrí mi computadora para ver si nadie me ha enviado a algún correo, pedi unas cuantas cosas por línea y vería si llegó algún correo, pero lo que encontré fue algo...
Un e-mail que le envié a Sebastian, la cual no recuerdo haber redactado así que abrí el correo, era mi ensayo. Con que de ahí lo hizo. Me puse de pie y camine hacia su habitación, no estaba por lo que entre y tome su mochila, saque el trabajo que "el hizo bien", comencé a leerlo, era el mio, claro que le cambió palabras pero tenía la esencia de mi trabajo, Si yo fuera la maestra lo hubiese reprobado.
Ese hijo de perra...
Tome el trabajo, baje las escaleras en busca de el ya que no se las iba a librar de mi, yo me partí la cabeza a la mitad por crearlo y él viene a tomarlo como si nada, es mi esfuerzo el que yo puse y él no.
-Eva, ¿Dónde esta Sebastian?.-señaló afuera, y si, estaba en la orilla de la alberca. Abrí la puerta, camine hacia el en grandes pasos y enojada, como se atreve.-¡Hijo de perra!.-le lanze el trabajo al agua.
-¡¿Qué haces?!.-lo empuje al agua antes de que reaccionara, me salpica pero eso era lo de menos.-¡Es mi trabajo!.-lo tomo y las hojas están hechas pedazos.
-¡Era mio!, el esfuerzo que está ahí es mío y no tenías derecho.-salió del agua.-Eres un maldito farsante, ¿Creiste que no me daria cuenta que me copiaste el trabajo?.
-Por favor, la maestra no lo noto.-salio del agua y yo negué, pudo descubrirnos y no me creería por lo que me iba ir peor. Me cruze de brazos aguantándome las ganas de ahorcarlo, camine hacia la entrada con tal de dejar las cosas en paz y no hacer este problema más grande, como lo dijo "no se dio cuenta", aún así mi trabajo destacó ante los demás pero fui tomada de la cintura.
-¡Bajame!.-grite pataleando, me mojaba y al ver que caminaba hacia el agua mi terror se hizo grande.-¡no sé nadar!.

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CHATEAU
Novela Juvenil"Los chicos buenos suben al cielo, pero los malos lo bajan para ti"