CHATEAU

10

Sebastian

La imagen de ella atravesando la puerta, se quedó ahí durante años, desde los 13 años. Con mi hermana tomada de la mano y Stefan en el auto esperándolas, me dejo justo cuando perdió la batalla contra mi papá.

Siempre odie al bastardo ese, sólo quiere hacerme a su imagen, la cual no quiero hacerlo, mujeriego hasta la médula, eso fue lo que herede de el, el gusto por las mujeres, suele decirme que no hay mujer indicada, pero si hay indicada para atraer a la prensa.

Pero esta equivocado...

Ya me había enamorado, pero fui herido en el proceso, quedamos como amigos y eso curo un poco el daño que me causó.

Pero creo que sucedió de nuevo, lo inevitable.

Quede cautivado desde el primer día en que la mire, con ese vestido, su cabello castaño, esos ojos tan grandes color café.
Pero no le tome importancia, me llevo a la habitación, le dije que no me gustaba el color, cuando la verdad es que me fascinaba, sólo lo dije por diversión y por que me encanta fastidiar a las personas, pero ella se tornó preocupada.

Es gentil, amable, intentaba avanzar conmigo, pero siempre la hacia aun lado, hasta que le copie su trabajo fue cuando si se enojó. La vez que entre a su habitación, todo rosa, flores, morado, colores claros. Tiene una asombrosa habitación, ordenada y limpia, su armario nada desordenado, todo perfectamente doblado y acomodado, hasta por colores los tenía en orden junto a los zapatos, se nota que no tenía nada que hacer esta chica.

Algo llamo mi atención, arriba de la cama había un cuadro de ella y su padre juntos, sentados en la arena sonriendo.

Cuando lanzó "mi" trabajo al agua la tome de su cintura, la cual se sintió tan bien, tuve la oportunidad de oler su cabello, olía a frutas, con un toque de rosas, perfectamente bien. Al caer al agua la sujete, aun estando mojada se miraba hermosa, su largo cabello mojado, cubriéndole los ojos pero los aparto, maravillándome con ellos, sus pestañas mojadas y sus pecas, eran como chocolate claro que quería probar, la hubiese besado en ese momento, pero no quise, no pude por que no soy lo que ella ocupa. La seguí a la tina, cuando me dijo que no la mire, ¿En serio creyó que no lo haria? Bueno, sólo mire un poco, tiene un lindo cuerpo, alcance a ver poquito pero con la toalla puesta.

El día que vino su abuela, en la cocina moría por subirla al mármol de la barra, besar y acariciar cada parte de su cuerpo, pero ella no era así, tiene algo que me enloquece, su ternura, inocencia y decencia, todo. Que se hacía del rogar y que se apartaba de mi por que yo le ponía fatal, si me di cuenta de eso.

Cuando supe que tiene una cita con el idiota de Evan, sentía que me la arrebataria, se miraba bonita en aquel vestido, poco después no le di importancia, hay más chicas como ella en Los Ángeles y en el mundo. Pero al enterarme que jugó con ella, tenía ganas de golpearlo, y más al verla sentada afuera del restaurante, triste, cubriendose los brazos, baje del auto y la abrigue con mi chamarra, entró sin decir nada y maneje para dejarla a casa.

-Sebastian.-el modo en que me llamó, su mirada decía mil palabras. Fui hacia ella y la bese por que me lo suplico.

Sus labios sabían tan bien, su cintura era tan delicada, sus manos pasando por mi nuca, era un beso inocente, dulce, pero necesitado, podía sentir como su corazón palpitaba y temblaba.

Tenía miedo, ¿de mi?. De lo que podría pasar si nosotros tuviéramos algo, la quería y la quiero en verdad conmigo, pero imaginarme en una relación con ella y futura ni veía nada.

Morgan era tan cliche, y se notaba, pude ver los libros en su estantería, amor, drama, misterio, todo eso había en su cabecita, pero no me importaba, jamás había sentido algo así por alguna chica, bueno...hace tiempo, pero es bueno experimentar.
Me dejo impresionado cuando dijo que metí chicas a la casa lo cual era cierto, pense que nadie me había notado, no tuve tiempo de decirle que ella era distinta, se había ido en el auto de su amiga, estaba jugando conmigo...

Y eso me gusta...

Ahora mismo estaba caminando hacia ella, por que Morgan venía muy segura de sí misma, pero yo puedo derribarla, el tiempo que llevo conociendola, siempre se ha demostrado segura y paciente conmigo, estoy seguro que yo le sacaré estrés y dolores de cabeza.

¿Quiere tiempo? le daré el tiempo que ella quiera, ¿quiere besos? yo se los daré hasta donde quiera que la bese, quiere recorrer la ciudad, la subire a mi auto y yo seré su chofer, me daré en la oportunidad de intentarlo.

¿Quieres una relación estable?...querida, conmigo nada es estable...