Hacerlo con él fue maravilloso, bajo la luz de la luna y de las estrellas como testigos fue increíble, solo ellas saben de nuestro amor.Descansaba en su pecho, el había salido del auto desnudo para ir por nuestra ropa, no tenía puesto el vestido, pero si la lencería que Stacy me dio, y la chaqueta de Sebastian.
Nos encontrábamos mirando el amanecer, yo estaba sentada encima de el; teníamos las ventanas abiertas para que el aire pudiese entrar, acariciaba su cabello y el mi pierna, tomó mi mano y la examino, me cubri al ver que notó las hematomas.
-Lo siento, no quise lastimarte.-negué tomando su mejilla, y el la mia.-Ese hijo de perra te lastimo.-Tocó un moreton que se me hizo debajo del ojo, me queje ya que lo presiono.
-Lo pusiste en su lugar.-sonreí dándole un beso.
-perdón si no había rosas, velas, chocolates.-reímos juntos.
-Lo único que me importa es estar contigo.-lo mire a los ojos.-Sin importar en donde y en que momento.
-Ay Morgan.-me dio un beso.-por eso te amo.
-Yo también.-le correspondi. No podía creer que me dijera eso.
Mire mi teléfono, eran las 9 am y Eva debe estar haciendo el almuerzo. Cubri mi cara frustrada, el lo noto por lo que se removió.
-¿Que pasa?.-me preguntó preocupado.
-Son las 9 y Eva notara que no estamos en la casa.-explique tomando mi vestido en la parte trasera.
-Vámonos.-abrí la puerta y salió como pudo, se puso la camisa estando afuera, el sol chocando contra su cuerpo lo hacía ver más sexy. Me le quede viendo incluso cuando entro; encendio el auto y volteo a verme, no pudo evitar sonreir, carajo este hombre me hace perder la cabeza.-¿Sucede algo, bonita?.
-No, nada.-dije poniendome el vestido.
Manejo hasta la casa, el auto de Stacy estaba parqueado afuera; salió de el para caminar hasta nosotros, corrí como pude para abrazarla, me dolían las piernas sin mentir, y es que como no, después de montar a semjante hombre.
-Me alegro que estés bien.-dijo soltandome, miro a Sebastian y después a mi.-¿El te hizo esto?.-susurro tocando mi mejilla, hice quejido por el dolor.
-¿Qué? No, fue uno de esos tipos en la fiesta, por suerte él me rescató.-Sebastian llegó por detrás de mi para abrazarme.-¿Tú estás bien?.
-Si, gracias Sebastian, por sacarme.-mire a mi novio.
-No hay de que.-me dio un beso en la mejilla, para después entrar a la casa.
-Morgan...-Stacy me miro con una ceja levantada.-¿por que caminaste así?.
-Hum...-sonreí inocente, me miro con los ojos bien abiertos y yo me reía por su expresión.
-¿donde fue?.-señalé el auto, por lo que asintió no muy convencida.-bueno, lo cuenta es que lo hayas disfrutado.
-Como nunca.-sonreí recordando la maravillosa noche.-me dejó tomar el control y fue tan romántico para mi.
-¿De verdad?.-asentí orgullosa.-Bueno, nada más vine a ver cómo estás, y veo que súper.-negué quejándome del dolor que había en mis piernas.-te veré mañana, si es que llegas a caminar.
-allá te veo.-subió a su auto y se fue, entre a la casa.
Se escuchaba como Eva estaba en la cocina, subí a mi habitación, quería darme un baño, me dolía las piernas y el golpe que me dio ese tipo. Me quite el vestido y lo lanze hasta la cama, abrí la puerta de mi baño, encontrándome con Sebastian en el, con demasiada espuma, sonriendo muy coqueto.
-Entra.-ordenó, me deshice de toda prenda que tenía dejándola en el suelo. Entre con cuidado de no tirar agua.
Sebastian me rodeó con sus brazos mi cintura, descanse en su pecho, por un momento el dolor que sentía fue reduciendo, el tomo un vaso que había a un lado de nosotros, lo introdujo al agua y este lo tiro en mi cabello. Ambos reímos y limpié mi rostro.
-Sebastian.-le habló, me volteé un poco para verlo.-¿por que me dejaste tomar el control?.
Me miro seriamente, como si no quisiera decir la respuesta, sonrió acariciando mi mejilla, con mucho cuidado.
-soy un amo en tomar el control.-negué riendo, era obvio que lo es.-Esta vez quise que fuese diferente.
-Claro que lo eres.-lo bese, me aleje de él para juguetear con la espuma, tome un poco en mi mano y la puse en su cabeza.-ahora eres Santa.
-Morgan.-habló con voz autoritaria, yo no hice caso por lo que me puse a reír al ver su expresión. El también tomo espuma y la embarro en mi cara.
Así duramos un rato, riendo y jugando como si fuésemos un par de niños. El agua se salía por los lados, tomo mi muñeca y me jalo hacia el, abrazándome de tal modo que no podía escapar.
-¿qué tal si jugamos a otra cosa?.-susurró en mi oído, mi piel se erizo cuando dijo eso pero también estaba emocionada y extasiada para ver que pasara.
Su mano recorrió hasta mi muslo, acarició mi feminidad con dos dedos, me aferré a uno de sus brazos, soltaba gemidos y arqueaba la espalda, esperaba que Eva no pudiese escucharme. Beso mi cuello y dejo una pequeña mordida, yo le di más espacio. Encaje mis uñas en su brazo, haciendo que él se quejara y soltó un gruñido.
-Sebastian se siente bien.-jadee llegando a mi esperado orgasmo. Mi respiración estaba agitada y satisfecha.
-Eso, respira.-estaba asombrada por lo que él acaba de hacer, gire para verlo, de nuevo tomo mi mejilla para darme un beso.
Salimos de la bañera, se puso la misma ropa y yo abrí uno de mis cajones. Me dediqué un rato para verlo.
No teníamos idea de qué pasaría después, sólo se que él tomara el control de todo lo nuestro, por que parece que él sabía lo que hace. Tenía miedo de cómo reaccionarían todos cuando se enteren de lo nuestro, él parecía no importarle, tal vez debería seguir su ejemplo de que no me importe nada.
ESTÁS LEYENDO
CHATEAU
Teen Fiction"Los chicos buenos suben al cielo, pero los malos lo bajan para ti"