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Ariana Grande: In my head

Mantener distancia, fue lo que hice y el todavía no lo notaba, de hecho jamas me pone atención por lo que no fue para nada complicado apartarme así derrepente, cierro mi habitación con llave cada vez que salgo, e incluso cuando duermo.

Todo para evitar dos cosas: que me robe las tareas y elevar los sentimientos hacia el.

Pero algo paso esta vez, estaba dormida, aún era de noche, algo me hizo despertar, eran las 4:30 am. Encendí la lámpara asustada y lo que veo Sebastian estaba de pie junto a la puerta, sin camisa, ¿Como le hizo para entrar?.

-¿Cómo entraste?.-me incorpore, el cerro la puerta con llave, se acercó a mi sin decir nada.-Sal de mi habitación...

-No es lo que quieres.-llego a mi cama, se subió en ella y gateo hacia mi. Acaricio mi mejilla, cerré los ojos cuando sus dedos pasaron a mi nuca, y me acerco a el, a sus labios.

Cuando estuve apuntó de besar sus labios, desperté agitada y todo está normal, excepto yo, yo estoy sudando.

Todo pareció ser un sueño, mire la puerta la cual estaba siendo tocada muy fuerte, mire mi reloj aún era temprano y no entendía quien podría estar tocando. Me puse de pie, el frío suelo hizo que me despertará un poco, camine hacia la puerta y la abrí, Sebastian estaba mirándome con la ceja fruncida, después de ese loco sueño no lo veré igual.

-¿Qué ha-haces aquí?.-balbucee, el trato de ver atrás de mi.

-¿Interrumpo algo?.-negue.

-Sólo mi sueño.-respondo, el asintio sin importarle que me despertó, aunque estoy agradecida por eso ya que ese beso pudo ir más allá.

-Tu mamá te habla.-asenti, salí de mi habitación y le puse llave. El estaba cerca de mi, muy cerca, su respiración la cual olía a cafe chocaba contra mi cara, eso me hizo desear café en ese instante.

Salí de ahí sin decir nada, camine hacia la cocina, y ahí estaba ella, leyendo un libro de pedagogía, me senté cerca de ella, el almuerzo estaba servido por lo que me dispuse a comer.

-¿Cómo amaneciste?.-Me pregunto con una sonrisa, en verdad se miraba tan feliz.

-Bien.-tome café.-¿Y tu?.

-Bien, excelente.-se notaba.-¿Oye, tu y Sebastian como se están llevando?.

-Ammm, digamos que estamos en medio del bien y el mal.-ella asintio.

-Bien, la abuela Aleida vendrá.-sonreí y empecé a comer de la alegría.-quiere conocer a Michael y a su hijo.

-¿Cuando?.-miró su libro nuevamente.

-En una semana.-asenti. Debía comprar algo nuevo, mi abuela es amante de la moda y le gusta verme bien vestida.

Termine de comer, subi a mi habitación, al pasar por donde era la oficina de mi papá, la puerta la encontré abierta, y no entendía el por que, si yo tengo la llave. Entre y todo estaba igual, hace tiempo que no entraba a ese lugar, siempre venía de pequeña a molestarlo, me sentaba en su silla imaginandome a mi de grande, y el de pie con una sonrisa.

-Morgan.-escuche a Michael detrás de mi, giré para poder verlo, tenia una caja con algunas cosas.-tu mamá me presto por mientras la oficina, espero que no moleste, si quieres en este instante yo...

-No, descuide.-dije rápido, pues ya se estaba alterando.-Esta bien, usted tiene que seguir manteniendo su empresa.-sonrió aliviado.

-Gracias, no creas que movere todas las cosas de tu difunto padre.-asenti mirando hacia la estantería de libros, me acerqué a ella y tome una enciclopedia.

-aquí hay enciclopedias, uno que otro libro, que le puedan servir.-recomendé a mi padrastro.-yo vengo aquí a tomar libros, para que no se asuste de que falta algo.-ambos reimos.-También Sebastian puede venir a tomar un libro.

-Si, gracias, Morgan.-negué con una sonrisa, salí de la oficina para dirigirme a mi cuarto.

Tome mi teléfono, le marque a Stacy para ir al centro comercial y comprar mi vestido, la cual ella acepto al instante.

***

Recorríamos las tiendas, hasta que nos detuvimos en una, mire los vestidos en los escaparates, y me encantaron, entramos en ella, me acerque a uno que llamo mi atención desde lejos, un vestido color negro con unos tirantes un poco delgados. lo tome y lo lleve a la caja para pagar por el. Al hacerlo fuimos a los comedores para poder conversar un rato, mientras tomábamos un frappe.

-así que tu padrastro tomo la oficina de tu padre.-asentí dando un sorbo.-y soñaste con Sebastian.

-si.-dije poniendo el café en la mesita.-pero te juro que he mantenido distancia, ademas creo que no le importa.-ella asintió comiendo una papa de mi plato. -pero te digo que él no lo ha notado, no le importo y será mejor para mi que.

-En eso tienes razón.

Comenzó hablarme sobre una cita que tuvo con un chico, y que termino siendo un desastre, yo tome de mi café, aun tenia el popote en mi labio sin tomarle ya que Stacy tiene toda mi atención, dirigí mi vista a otra parte, a alguien quien esta pasando enfrente de mi a unos metros, es como si fuese un iman que me atrae, el viene con unos amigos y chicas, el tenia tomada a una de la cintura, todo se detuvo cuando el me miro, sus ojos en mi hacían que me pusiera nerviosa, y eso que no estaba cerca de mi, me quede sin respiración cuando el me guiño el ojo, y se fue con una sonrisa en su rostro.

-vayámonos de aquí.-le dije a Stacy.-Sebastian esta aquí y no quiero que venga.

-ese chica, huye del amor.-dice riendo.

Nos pusimos de pie y caminamos hacia la salida, mire hacia atrás y el se estaba despidiendo de mi. Después entramos a su auto y nos pusimos el cinturón, estaba huyendo, de el y de mis emociones, huir no me va ayudar del todo pero si a no ser herida por el.

CHATEAUDonde viven las historias. Descúbrelo ahora